Hace unos días reflexionábamos sobre cómo cuando el ser humano ha sido capaz de generar belleza, abrió las puertas de par en par para que esa armonía, evocadora de los sentidos y del equilibrio, se siguiera expandiendo… más allá incluso de las épocas y de los lugares. Y lo podemos comprobar en múltiples facetas, y la ciudad y su paisaje no son ajenas a ello, desde luego. Así pues, una ciudad que sabe cuidar su paisaje urbano, su arquitectura y su sentido del equilibrio denota amor por lo propio y una alta dignidad de sus gentes lo que, con seguridad, constituye un valioso legado que se transmite de padres a hijos, de maestros a alumnos, de ciudadanos a ciudadanos... Una bella herencia que no se construye ni en un solo día ni tampoco en una sola generación.

Y hablando de belleza y armonía, que no es otra cosa que hablar de cultura, hoy quisiera detenerme, aunque fuera brevemente, en reflexionar sobre las múltiples facetas y maneras que puedan adoptan los hechos culturales en la sociedad actual… Incluso sobre la manera tan diferente con que la percibimos hoy. Y la velocidad con la que la nacen, se divulgan y se olvidan las diferentes manifestaciones culturales en nuestro mundo veloz, precipitado, consumista… mercantilista.

Y por eso son tan necesarias las expresiones culturales diferentes, nuevas, irreverentes y frescas, ajenas a los estereotipos y a la uniformidad cultural a la que nos lleva este nuevo mundo global.

“En esta era de triunfos fulgurantes, en la que el brillo de las pantallas oculta el talento y el esfuerzo, que con obstinación se vende una versión de la realidad que es el sueño húmedo de millones de personas que mordieron el anzuelo, yo veo a mis compañeros, más y menos conocidos, trabajar incansablemente, sin horario y comprometiendo lo más valioso de sus vidas y sus haciendas, en la creación e interpretación de sus obras.

Esto me parece que encierra más belleza que la imagen con el mejor retoque de photoshop o un aluvión de reacciones virtuales fotocopiadas en las redes sociales. Por eso quiero mostrarlo, porque lo importante sigue siendo importante y lo accesorio accesorio, por mucho que la picaresca deforme la realidad.”

Así que hoy, con estas inteligentes palabras de un artista sorprendente, os quiero compartir la iniciativa, desde luego nada convencional, en la que Pedro Chillón, que tiene tanto de músico como de poeta, nos invita a que participemos en una especie de micro mecenazgo… cultural y musical.

Os garantizo que no os defraudará el minuto que dura este impactante CROWDFUNDIG:

https://es.ulule.com/mundochillon-discodocumental/