No hace demasiado tiempo os compartí una reflexión en clave poética sobre las vivencias que, por un periodo de algo más de 10 años, viví durante mi intervención profesional en el la Iglesia y Convento de San Antón de Granada. Un maravilloso conjunto monumental al que le ofrecí toda mi capacidad y que tanto me dio a cambio…
“Nunca olvidaré aquella vez primera en la que visité el corazón del convento. Su abadesa me pidió que la acompañase y así, en apenas un instante, crucé aquel umbral…
Un bellísimo mundo interior, lleno de luz y de un silencio espeso, que gravitaban en torno a su claustro ajado, más que por el tiempo, por tantos remiendos precipitados.
Cien veces más hice ese camino desde entonces y mil veces serían pocas para agradecer tanto privilegio.
Cuántas veces soñamos el futuro y, sin embargo, en qué pocas tenemos la ocasión de descubrir, casi una vida después, que ya se hizo presente… y que además pudo concretarse tal y como debía ser.
Por eso complace comprobar que, con cada nota se construyó armonía, conformando una partitura en la que siempre pesó más la arquitectura que el arquitecto.
Ahora, una porción del alma de cuantos intervinimos ya se encuentra instalada entre sus muros centenarios”
https://laciudadcomprometida.eu/component/k2/5704-nunca-olvidare-aquella-primera-vez
Ahora, gracias a la invitación de la vocalía de Patrimonio del Centro Artísitico, Literario y Científico de Granada, el próximo martes 21 de noviembre, a las 19:30 también podré contarte el alcance de nuestro trabajo, y sobre todo mostrarte los resultados.
Mando un abrazo agradecido por esta deferencia a su responsable, el arquitecto Luis López Silgo.
Además, tendré el honor inmenso de que la presentación la realice mi apreciadísima colega Noelia Martínez Martínez, de quien tanto aprendo.
Como también quiero aprovechar la oportunidad para mostrar toda mi admiración y mi reconocimiento a la Comunidad de Clarisas Capuchinas del Convento de San Antón, por la silenciosa, valiente y valiosísima contribución que ha supuesto el Plan Director llevado a cabo. Verdaderas ciudadanas comprometidas. A todas ellas, aunque especialmente a las dos prioras que han dirigido nuestra intervención: Sor Pilar y Sor Natividad, le mando desde aquí un fraternal abrazo.
Si puedes venir, será un placer poder saludarte. Un fuerte abrazo