Mostrando artículos por etiqueta: TORREPACHECO
Estas actividades desde luego que dan sus frutos
El pasado viernes tuve la oportunidad de conversar detenidamente con un profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Cartagena (Región de Murcia, España). Nos encontramos como consecuencia de un viaje profesional que realicé a esa ciudad, tan sorprendente y tan contradictoria, con tantísimas luces y a la vez con algunas sombras difíciles de ocultar. Una ciudad para reflexionar.
Hablamos sobre todo de urbanismo y de urbanidad. De ciudad y de ciudadanía. En realidad, hablamos más que nada sobre cómo favorecer la participación social en la construcción de la ciudad.
Ambos compartimos algunas de nuestras experiencias al respecto y nuestros enfoques particulares. Así, yo le regalé nuestro recientísimo libro “Educando la mirada sobre la ciudad histórica de Ronda” en el que, mediante la colaboración del colectivo de dibujantes urbanos, hemos explorado una fórmula novedosa y atractiva para propiciar ese urbanismo pedagógico en el que tanto creo.
Y también él hizo lo propio al sorprenderme obsequiándome uno de sus trabajos editados: La participación en la construcción de la ciudad, una temática en la que Jaume Blancafort junto con su compañera Patricia Reus llevan investigando y explorando fórmulas desde hace tiempo. Desde la consideración de que la participación puede ser un fin en si mismo.
Ya en casa, durante el fin de semana he empezado a disfrutar de esa joyita de libro que me regaló, que incluye un preámbulo que no tiene desperdicio: una elocuente cita de Luis Aranguren Gonzalo (perteneciente a su obra “LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA: POSIBILIDADES Y RETOS” publicada en la revista Aposta, núm. 22, noviembre, 2005, cuyo enlace te comparto por si te interese esta temática: https://www.redalyc.org/pdf/4959/495950215002.pdf ) algunas de cuyas ideas te trascribo para que la leas una y otra vez. Una y otra vez:
- “La participación es una actitud y una actuación cargada de otros valores sociales que la determinan también como valor humanizador”
- “No solo participamos para construir un barrio mejor, sino que el hecho de participar alienta una puesta en común de experiencias, habilidades, actitudes proactivas, generación de cultura de equipo, comunicación…”
- “La participación es lugar de encuentro de vida buena y sociedad justa, las dos máximas aspiraciones éticas del ser humano”
Me gustó mucho comprobar que somos muchos los que consideramos a la participación como un excelente indicador del capital social de un lugar, aunque te reconozco que entre los actores yo siempre incluyo a los diferentes estamentos técnicos y políticos de los ayuntamientos, a fin de garantizar la transversalidad de las propuestas y para ir construyendo políticas de consenso y para dotar de institucionalidad a las propuestas.
No en vano, La Ciudad Comprometida “confía en la participación de los ciudadanos y las instituciones en los procesos de planificación como forma de asegurar la idoneidad social de las decisiones adoptadas.”
Y no he podido sino sonreír al comprobar que la mayor parte de mi dedicación profesional la dedico, cada vez más, a favorecer dichos procesos participativos y de concertación social y política, ya que van a ser los cimientos sobre los que deberá construirse la formulación de un plan que cuente con una sólida base. Así, en apenas unos días he estado desarrollando estas tareas en las ciudades de RONDA (Málaga), JUMILLA (Murcia), TORRE PACHECO (Murcia) y GUADIX (Granada), y en esta semana entrante también las realizaré en la ciudad de MARTOS (Jaén).
¿Y sabes lo que te digo? Que desde mi punto de vista se trata de unas tareas imprescindibles para ir construyendo lazos de confianza recíproca y de esperanza. Así que estas actividades claro que dan sus frutos. ¡Desde luego que dan sus frutos!
Si no se hace así, es difícil serles útil…
“Cada maestrillo tiene su librillo”, reza en el refranero, y en los tiempos que corren casi todos los librillos que manejamos unos y otros tienen grabados con letras bien cinceladas sentencias del tipo de “corre, que el tiempo apremia” o “arreando que es gerundio”. Y no digo yo que sea por prisa, no, es que, al menos en el caso de los profesionales, sería rarísimo que los presupuestos económicos que disponemos sean holgados o que los plazos contractuales para llevarlos a cabo no atenacen a los sufridos contratistas… ¡Ufff!
Y dicho eso, querido lector de La Ciudad Comprometida, dejemos claras las cosas: los urbanistas (aunque eufemísticamente se nos suela denominar consultores, que suena muchísimo más fino) somos pura y duramente unos humildes contratistas (Contratistas de la Ciudad y del Territorio, que son cosas nobles y complejas, pero contratistas, al fin y al cabo). Y además tenemos una segunda razón para ir al trote: el hecho de nuestros trabajos se suelen medir por años, así pues, no se diaga mas: “pies para qué os quiero”, ¡A correr que si no esto se eterniza!…
Pero no. Así no debe ser… O mejor dicho: que si inevitablemente hay que correr, también hay que saber cuando si y cuando no. Pero te cuento:
Con los años fui aprendiendo algo que no viene en los manuales ni en las leyes: Es difícil poderle ser útil a una ciudad, a un pueblito, a un barrio o a un lugar si, antes que nada, primero que nada, antes incluso de empezar a trazar planos o a tomar datos, no se dedica un tiempo suficiente a conversar con sus gentes y sus colectivos, con el alcalde y los concejales, con los asesores municipales, con los empresarios locales o con las diferentes administraciones e instituciones que ya llevan tiempo actuando en ese lugar.
Y también, entre unas y otras reuniones, patear el sitio para hacerte con el lugar y sus esencias. Porque las calles y las plazas saben contar muchas cosas, como por ejemplo la manera con la que los lugareños las usan. Al igual que las antiguas casonas, los paisajes o las costumbres de un lugar te van a susurrar cosas importantes que sin embargo son invisibles a unos ojos demasiado técnicos y que caminen con prisa.
Por eso, el inicio de los trabajos del Plan General Municipal de Ordenación (PGMO) de TORRE PACHECO (Región de Murcia, España), al igual que meses antes hicimos en las ciudades de Jumilla o Ronda, lo hemos realizado conversando y conversando. Y entre medias caminando y recorriendo. Ha sido finalmente un proceso desarrollado durante dos meses, intensos y apasionantes, al que hemos denominado: PROCESO DE PARTICIPACIÓN PREVIA… es decir, “previo” a tener una idea ya formada sobre la problemática urbanística municipal y las posibles soluciones.
Un proceso que se ha concretado en una intensa agenda de participación que me parece a mí que ha calado hondo en los ciudadanos y en sus representantes, incluyendo:
- Un cuestionario denominado: ¿QUÉ PGMO QUEREMOS?
- Mesas sectoriales vecinales (Asociaciones de vecinos, de mujeres, juveniles, AMPAs, ecologistas, culturales y deportivas…), con las organizaciones empresariales (agrarias, construcción, industriales, de servicios…) y con los Partidos políticos locales, con o sin representación en el ayuntamiento.
- Un taller con los Alcaldes pedáneos (que son casi una docena) y visitas a las pedanías de sus manos respectivas.
- O reuniones con cada una de las concejalías y sus asesores para conocer en detalle todas las iniciativas municipales.
Entre tanto, en este blog he ido compartiendo algunas reflexiones con tintes pedagógicos bajo un evocador hilo conductor: La Hora de Torre Pacheco y creando además un portal, cuyo enlace te comparto, con diversa información sobre la evolución del PGMO: https://gr-arquitectos.com/es/proyectos/urbanismo/ciudad/plan-general-municipal-de-ordenacion-de-torre-pacheco
Finalmente, tengo que reconocer que ha sido un periodo apasionante de acercamiento personal y técnico al municipio y sus gentes que ha quedado plasmado en un documento cuya utilidad va a ser innegable: la memoria del PROCESO DE PARTICIPACIÓN PREVIA, que hoy mismo voy a tener el honor de presentar junto a Antonio León, alcalde de Torre Pachec, a la Comisión de Urbanismo Municipal y también, en próximas fechas, a los alcaldes pedáneos del resto de los núcleos urbanos.
Gracias a todo ello, ahora sé de primera mano que son impresionantes los retos que el municipio de Torre Pacheco y sus gentes deberán afrontar en los próximos años para avanzar hacia una sociedad mucho más integradora, amable, sostenible, eficiente, sensible, accesible, armónica… Es decir, una sociedad comprometida en una ciudad comprometida, que es de lo que se trata. Así, por ejemplo:
- Reivindicando el papel que le corresponde en el contexto comarcal en su calidad de ciudad principal del Campo de Cartagena.
- Con propuestas de crecimiento urbano que deberán propiciar una mayor cohesión territorial y que cuenten con suficientes garantías en materia de inundaciones y otros riesgos.
- Favoreciendo la implantación de industrias y empresas de manera acorde con su ubicación estratégica.
- Resolviendo conectividad entre los núcleos de población mediante la implantación de políticas de movilidad y de transporte público eficaces y asumibles ambientalmente.
- Alineando las propuestas del PGMO con los ODS que se deducen de los criterios, instrucciones y políticas regionales, nacionales y europeas.
- Proponiendo un mapa de dotaciones óptimas para Torre Pacheco y las pedanías.
- Articulando mecanismos para hacer más atractivo el comercio local sobre todo en las ciudades principales del municipio.
- Coordinando con las diferentes instituciones las soluciones que se precisen para minorar o erradicar los riesgos de inundaciones
- Con el convencimiento de que la solución a los problemas actuales de inseguridad no debe ser la creación de recintos cerrados, exclusivos y con seguridad privada. De la misma manera que, en sentido contrario, debe propiciarse la integración social y la equidad para todos los vecinos del municipio.
- Propiciando la implantación de políticas públicas en materia de vivienda.
- Favoreciendo que la implantación de usos turísticos se realice en coherencia con un sistema urbano coherente y ordenado.
- Evitando que usos netamente urbanos sigan implantándose en el medio rural.
- Mimando el patrimonio cultural y natural en cualquiera de sus manifestaciones y sus entornos y favoreciendo su uso público.
- Garantizando el destino agrícola de los suelos más aptos, cuya actividad deberá ser desempeñada de manera responsable y sostenible.
- O regulando territorialmente las nuevas actividades, como los parques fotovoltaicos, de modo que no condicionen de manera innecesaria al futuro desarrollo municipal.
Y ahora toca divulgarlo... ¿Y ha merecido la pena todo este proceso participativo? ¡Ya lo creo que sí! Porque va a constituir una especie de libro blanco para el PGMO (cuyo enlace os adjunto)... Bueno, y también por algo más, ya que ha sido una estupenda oportunidad para recibir el cariño de l@s torrepachequer@s, porque mirad algunas de las cosillas que nos escriben desde allí:
"Mi enhorabuena por la Memoria, le he echado un vistazo por encima y me ha fascinado, que bien trabajáis, que suerte la nuestra"... Y nosostros pues... ¡Tan felices al sentirnos útiles!
Pincha en la imagen para descargar la memoria del PROCESO DE PARTICIPACIÓN PREVIA.
Y ahora sí, ya estamos avanzando sin prisa, pero sin pausa en el diseño de las propuestas de ordenación y en el diseño de una ciudad mejor… ¡¡Pero eso ya os lo contaré más adelante!!
Inteligencia, Audacia y… CORAZÓN
Acabo de leer el siguiente comentario al último de mis artículos en este blog:
- Hola, solo decirte que convencer a los distintos agentes que tienen que apoyar un plan urbanístico y sacarlo adelante no es fácil. Esta dificultad ni siquiera tiene que ver con que la propuesta sea la adecuada. Las personas a menudo somos mezquinas y solemos anteponer intereses particulares al interés general. Aunar voluntades es un don que no está al alcance de cualquiera... y lo sabes. Enhorabuena por esa labor tan importante (Juan Carlos Guerrero)
Creo que en ese generoso comentario JCG explica perfectamente que en numerosos ámbitos de la vida profesional (y personal) no es suficiente con saber identificar las soluciones y establecer una estrategia para hacerlas realidad (inteligencia y audacia) si paralelamente no se sabe crear un clima de confianza mutua que aúne voluntades para que se plasme en un proyecto colectivo (corazón).
A poco que te pongas a reflexionar verás que si bien es fácil toparse con muchas iniciativas que incorporan razonablemente los dos primeros ingredientes (bien planteadas, correctas y viables) sin embargo a mí me parece que lo que más escasea es el tercero, el del corazón. Siendo esencial que los diferentes actores de cualquier proceso (sobre todo quienes lo lideran) aporten además suficientes dosis de franqueza, entrega, apertura, compromiso, comprensión y respeto… Por eso yo intento prodigarme cada vez más en garantizar que la inteligencia y la audacia vayan también de la mano con el corazón. Y que se note...
¿Sabes? A mí no me parece que sea suficiente que los profesionales, por ejemplo, posean únicamente pericia y conocimientos suficientes para desarrollar su trabajo... y no los querría en mi equipo si además no tienen bien arraigada la necesidad de aportar suficientes dosis de ese tercer ingrediente, a sabiendas de que va a requerir grandes dosis de compromiso y de entrega personal.
Por eso, al hilo de estas reflexiones, me ha parecido interesante rescatar para tí pequeños fragmentos de algunos diálogos que mantuve recientemente en diferentes escenarios, para que me ayuden a explicarme mejor:
- PB: Muchísimas gracias, Juan Carlos.
- JCGR: Es un honor poder ayudaros, aunque solo sea un poco
- PB: No es poco, para nosotros es muy importante y necesaria.
- JCGR: Pues mayor honor aún entonces
…
- MAG: La sensibilidad debe ser una cualidad esencial en cualquiera que se precie en ser un buen profesional en esto del Patrimonio, donde el Urbanismo y el Paisaje son indisociables. Sin esa sensibilidad no se percibirían aspectos sutiles, detalles, sentimientos de la gente que, en definitiva, son los que confieren valor a algo y en esa magia está el Patrimonio. Tus escritos rezuman el amor que sientes por tu profesión. Denotan esa sensibilidad necesaria e imprescindible para ser un excelente profesional. ¡Genial!
- JCGR: Gracias
- JCGR: He vuelto a leer tu bello y generoso mensaje... Graciasss
- MAG: Me gustan los retos, esos proyectos enquistados que son como una especie de sudokus...donde hay que pensar en todas direcciones y contar con gente audaz como tú...
…
- JCGR: Muchas gracias... es muy fácil avanzar con profesionales como tú
- EST: Igualmente te digo, gracias. Es un proyecto magnífico ojalá consigamos hacerlo realidad
- JCGR: Haremos todo lo posible, combinando inteligencia, corazón y audacia
- EST: eso es
Y para finalizar, como una imágen vale más que mil palabras, permíteme que te comparta un precioso regalo que acabo de recibir tras mi reciente estancia en el municipio murciano de TORRE-PACHECO (España). Se trata de una serie de fotografías que me realizaron (sin yo saberlo) durante los diferentes talleres y reuniones que hemos llevado a cabo durante cuatro intensos y apasionantes días en las que se capta la expresividad con la que me entrego a la tarea... ¡Ja, ja, ja!
Estas jornadas han sido un extraordinario pistoletazo de salida para la elaboración de su ansiado Plan General (PGMO). Un largo y dificil proceso que va a requerir que todos los actores (y desde luego el equipo redactor) aportemos inteligencia, audacia… y CORAZON. Y tras este primer capítulo de trabajo tengo la feliz impresión de que la sociedad pachequera (alcalde, autoridades pedáneas, concejales, funcionarios, partidos políticos, colectivos sociales, empresarios y profesionales locales) ha entendido que debe implicarse en este exigente proceso, consciente de que se trata de una oportunidad especial para avanzar hacia un municipio comprometido: atractivo, integrador, sostenible, armónico, respetuoso, emprendedor, moderno, dinámico…
¡Felicidades y gracias de corazón a todos los que habéis participado!
La receta imprescindible para ser urbanista
Estimado amigo, alguien me dijo hace muchísimos años que si quería ser urbanista debía aprender a escribir con soltura… y tenía muchísima razón, porque en este oficio se escribe mucho ¡Ja, ja, ja! ¡Ni imagináis la de informes, dosieres y memorias que debemos realizar casi cada semana! Sin embargo, hoy, tras mis muchos años de andadura en esas lides, debo decirte que a aquella buena receta sobre las habilidades básicas del urbanista –que tanto bien me hizo al animarme a superar el suplicio de la hoja en blanco- le faltaba un segundo ingrediente esencial: También hay que aprender a hablar, con elocuencia y con convicción.
Así pues, la receta completa sería: Para ser urbanista es imprescindible saber escribir con soltura y hablar con elocuencia y convicción.
¿Y por qué? Pues porque ser urbanista no es otra cosa que propiciar la concertación política, social y técnica respecto de las iniciativas y proyectos que necesita un barrio, una ciudad o un territorio. Y aunque está claro que lo primero será que dichas propuestas sean pertinentes, viables y sensatas, sin embargo, por mucho que lo sean también hay que prodigarse en esa otra labor (imprescindible) que consiste en saber contarlas a los diferentes actores de la ciudad, unas veces por escrito y tantas veces de manera oral.
E imagino que coincidirás conmigo en que ese “saber contar” consiste en descomponer el contenido de las decisiones urbanísticas, siempre complejas y prolijas, en una serie de bloques temáticos (o ideas) que sinteticen la esencia de las propuestas para así poder explicarlas a los diferentes actores de una manera sencilla y operativa. Con pedagogía y con ilusión.
En realidad, en eso consiste la esencia de lo que a mí me gusta denominar el urbanismo pedagógico, ya que la validación social, política y técnica de los planes urbanísticos requiere la participación de numerosas personas cuya formación suele ser diversa y desde luego poco especializada en materias tan complejas como las que suelen considerarse (patrimonio cultural, economía urbana, legislación, riesgos naturales, medio ambiente, salud, arquitectura, sociales, telecomunicaciones…). Y como casi nadie lee nada (o muy poco) hay que confiar en la palabra muchos de los esfuerzos para tal concertación, sobre todo con los actores sociales y políticos.
Por eso la experiencia me dice que saber decidir qué explicar y cómo explicarlo van a ser decisiones trascendentales para ir formando el armazón del consenso colectivo. Un consenso que, como te decía, generalmente va a requerir de centenares de horas de diálogo y decenas de reuniones en foros diversos, que deberán estar impregnadas, cómo no, de muchísima sensatez, cordura y pertinencia, y orientadas hacia lo que ese territorio, esa ciudad y sus gentes necesitan.
Pasito a pasito, pasito a pasito.
¿Y cómo se hace eso? Pues… verás: Como la experiencia es un grado, eso tener buenas tablas ayuda muchísimo a identificar el enfoque y los matices particulares que deban darse en cada situación, adecuándose a las sensibilidades sociales o políticas de cada caso, y sabiendo desgranar los contenidos de la manera más adecuada en función de los participantes.
¿Sabes? Mientras que te escribo esto me ha venido al recuerdo otra de las enseñanzas esenciales que recibí. En este caso me vino de una de las personas más queridas y a las que más debo cuanto soy (le mando abrazos siderales) que me explicó que:
“Lo que se recibe, en función del recipiente se recibe”.
Por eso no se le habla igual al concejal, que al técnico que a los colectivos… El mismo mensaje, sí, pero explicado de manera diferente.
Felizmente, esas enseñanzas tengo la oportunidad de ponerlas en práctica con mucha frecuencia. Así, por ejemplo, en estos días pasados he estado visitando la bellísima ciudad de Ronda (Andalucía, España), en donde dirijo uno de los planes de los que más orgulloso me encuentro: la ordenación y protección de su Conjunto Histórico. Seguramente como consecuencia del enorme reto que supone trabajar en una de las ciudades más delicadas y también más complejas, como lo demuestra el hecho de que antes otros ilustres urbanistas ya fracasaron en el intento.
Y como muestra del proceso seguido en Ronda, te contaré que algunos de esos “pasitos” de los últimos días:
- Con la exposición a los asesores de la Delegación Territorial de Cultura de Málaga de las principales áreas de oportunidad que se han identificado en el Conjunto Histórico, y las propuestas específicas que se realizan para cada una de ellas.
- O con la convocatoria de la Comisión de Seguimiento del Plan en la que se ha informado a los diferentes grupos políticos municipales de la situación actual del expediente, estando previsto que en las próximas fechas les sea remitido a sus integrantes un dossier que sintetice las principales propuestas urbanísticas a fin de que puedan ser analizadas en una nueva reunión.
Así pues, pasito a pasito, armando confianza y sumando voluntades el Plan Especial (como se le denomina de manera coloquial) ya va tomando forma hasta el punto de que tenemos previsto poder concluirlo para finales del próximo mes de octubre y proponer al Ayuntamiento de Ronda que considere su aprobación inicial en las semanas siguientes. Un paso de gigante en apenas un año de trabajo.
Al igual que en la semana que viene, por ejemplo, viajaré al municipio de Torre-Pacheco (Murcia, España) … Pero eso mejor ya te lo cuento en otra ocasión.
¡Que tengas un buen y provechoso día!
El trabajo más importante de nuestra vida
Ha sido uno de los momentos profesionales más emotivos que he vivido. ¿Por algún agasajo o reconocimiento? ¿Fue quizás la culminación de algún proyecto especialmente difícil? ¿Se produjo quizás en la ciudad más bella que uno nunca pudo soñar? Pues no ha sido por nada de eso. Ni tan siquiera lo que he vivido estuvo rodeado de púrpura o de pompas especiales… pero tuvo seguramente los mejores ingredientes como para hacerlo memorable: la sencillez, la fe, la ilusión, y también la certeza de estar iniciando algo muy necesario.
Fue en la ciudad de TORRE-PACHECO, ubicada en la Región de Murcia, en el levante español, y se produjo con motivo del pistoletazo de salida para la redacción de una nueva planificación urbanística (PGMO) para su municipio (36.000 HBTS.). Yo iba ciertamente ilusionado, como siempre, pero el sello especial lo puso el equipo municipal por la manera con que me recibieron y por cómo afrontaron este inicio de los trabajos.
Allí estaba Antonio León, su alcalde, acompañado de una nutrida representación de su equipo de gobierno. Y allí también estuvieron Jesús, el secretario general, y los dos principales puntales del servicio de urbanismo: Elsa, la asesora jurídica, y Teresa, la arquitecta municipal. Se palpaba de todas, todas, la gran apuesta que Torre-Pacheco está haciendo al renovar íntegramente su principal norma reguladora, y también mostraron su alegría por poder afrontarlo con un equipo como el nuestro www.gr-arqiuitectos.com .
Yo creo que haya podido ser una feliz combinación entre la experiencia que atesoramos, el compromiso que rezuma nuestro plan de trabajo, y también el enorme corazón que hemos puesto en su elaboración.
Tras el acto de la firma del contrato felicité a los representantes municipales por iniciar con tanta ilusión un proceso que, si lo hacemos bien, contribuirá como pocos para dotarles de una prosperidad especial.
Esa prosperidad que opta por un modelo de ciudad socialmente integradora, ambientalmente sostenible y económicamente activa y emprendedora, que utiliza racionalmente los recursos territoriales, sin esquilmarlos, para fomentar su crecimiento económico y la mejora socioeconómica y cultural de su población; que protege su patrimonio cultural y natural como herencia recibida de sus antecesores, que debe ser legada a sus sucesores; y que mantiene las características propias que la diferencian de otras ciudades o territorios.
Así que, como imaginaréis, desde el primer día ya empecé a hablarles de los principios de La Ciudad Comprometida, y les recordé, aunque creo que esa lección la sabían sobradamente:
La necesidad de planificar las actuaciones en el territorio y las ciudades, como instrumento para garantizar su sostenibilidad ambiental, social y económica, así como para mejorar sus sinergias. Fomentando una participación activa de los ciudadanos y de todas las fuerzas vivas locales durante todas las etapas del proceso como forma de asegurar la idoneidad social de las decisiones adoptadas.
De modo que, así entendido, el Plan General Municipal de Ordenación (PGMO), sea modelado verdaderamente de manera colectiva: por la sociedad “pachequera”, sus dirigentes y los especialistas ambientales, territoriales y urbanos.
Para que, finalmente, todo ese trabajo ingente, esté al servicio de la sociedad y no al contrario, como lamentablemente ha ocurrido en demasiadas ocasiones y en tantos lugares. Ya que la bondad de la ardua tarea que tenemos por delante estará en su capacidad para mejorar la calidad de vida de las personas en todos los sentidos. Para que puedan vivir con dignidad y para que puedan desarrollarse como personas en Torre-Pacheco. Su lugar de nacimiento o de adopción.
Si ya de por sí la formulación de un plan como este se trata de una de las tareas técnicas y administrativas más complejas que puedan imaginarse, además en el caso concreto de Torre-Pacheco se dan todos los ingredientes que demandan buen hacer:
- una quincena de núcleos de población con diferentes grados de colmatación y de servicios;
- severos riesgos naturales que habrá que abordar con rigor;
- profusión de usos turísticos, residenciales e industriales en un contexto agrícola de enorme vitalidad;
- un riquísimo un mosaico de culturas;
- un patrimonio local que poner en valor;
- y una compleja herencia urbanística que habrá que analizar y desmenuzar.
En definitiva, un modelo territorial en el que afloran con viveza algunas de las más importantes contradicciones de la sociedad actual.
Por eso les dije a los allí presentes, con su alcalde a la cabeza, que verían como afrontaríamos este nuevo proyecto como si se tratase del trabajo más importante de nuestra vida. Y ahora, desde estas páginas de LCC, lo dejo dicho por escrito.
Muchísimas gracias Torre-Pacheco.
Pincha en la imagen para acceder al vídeo
imágenes cedidas por RADIO TORREPACHECO y por TUWEBTV