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¡Felicidades! Porque siguen aflorando "Ciudadanos Comprometidos" (2)
“Seguimos creyendo en el valor de la solidaridad, en el gran talento de nuestro territorio, en nuestra capacidad colectiva para salir adelante… Aunque la realidad nos lo ponga difícil”.
Así empieza el último podcast de dos periodistas de aúpa, Jesus Javier Pérez y Pilar Molero, dos experimentados profesionales de la comunicación con un corazón tan grande que les rebosa por todos lados. Semana tras semana regalan grandes dosis de solidaridad y de esperanza a través de sus programas “Todo va bien, Guadix”, que ni se os ocurra escuchar porque enganchan, enganchan…
A ambos quisiera darles la bienvenida e incorporarlos con todo merecimiento en la ilustre y selecta nómina de CIUDADANOS COMPROMETIDOS que auspicia este blog.
Y ya de camino, os invito a escuchar eldiálogo que acabo de mantener con Jesús Javier, en el que ambos hemos estado soñando con los ojos abiertos…
Además os dejamos el enlace al canal de “Todo va bien, Guadix” y os animamos a que disfrutéis con sus programas
https://www.youtube.com/channel/UCkJHvj-cb8xYAZzjtYsNR0g
Historias del Coronavirus (13): Las lecciones del Mundo Rural
Hoy he vuelto a escuchar en la radio, esperanzado, algo que ya vienen repitiendo en las últimas semanas unos y otros: Que ahora todo el mundo añora estar viviendo en una pequeña población debido a las excelencias de todo tipo que tiene el mundo rural. Y eso en sí mismo ya es una magnífica noticia.
Porque, las buenas gentes de lo que se ha venido a llamar “la España vaciada” llevan más de un año reivindicando intensamente de los poderes públicos que de una vez por todas se tomen en serio, la sangría social, cultural y ecológica que supone el despoblamiento de las pequeñas ciudades y pueblos de interior. ¿Y cuál ha sido el resultado? Un diputado en Las Cortes, algunas medidas más mediáticas que efectivas y mucha solidaridad, sobre todo mucha solidaridad… ¡Hombre, no es poco! ¡En absoluto! Aunque sí que es insuficiente para revertir ese fatal proceso que no solo se da en España.
Y, sin embargo, paradojas de la vida, ha bastado la irrupción abrupta en nuestras vidas del COVID-19, un insignificante bichito, para que, de repente, en un plis plas, aquella otra España, huérfana en tantísimos derechos, pero sin embargo plena en sus esencias y en sus virtudes, se nos presente como la solución al gravísimo problema sanitario que se nos ha venido encima.
Así que al grito de ¡¡Que viene el coronavirus!! Ahora sí que de verdad todos hemos vuelto la mirada hacia esos campos olvidados y hacia esos pueblos sin futuro, como despertando de una pesadilla, para comprender que con el éxodo de la población a las grandes ciudades no estábamos acercándonos, ni muchísimo menos, a la modernidad ni al progreso, sino más bien justo lo contrario: a un empobrecimiento colectivo en todos los órdenes.
Muchos ya juegan a adivinar en qué va a cambiar nuestra sociedad tras esta crisis descomunal. Y creo que todos nos preguntamos si verdaderamente sabremos aprender la lección… Ya veremos… Aunque más nos valdría.
Yo creo firmemente que nada como esta fatídica pandemia habría podido hacer tanto y en tan poco tiempo para que la sociedad actual comprendiese que seguramente lo más moderno, lo más progresista y lo más innovador lo tenemos en el mundo rural. Así que bienvenido sea que volvamos nuestra mirada agradecida hacia nuestros campos, nuestros bosques, nuestros pueblitos, nuestras tradiciones… Con su ritmo pausado, sus olores y sabores diferentes, su viveza y su autenticidad.
Y aunque todos sabemos que es una falacia pensar que las grandes ciudades dejarán de crecer, sin embargo, creo que va siendo hora de que todos, los ciudadanos y nuestros representantes políticos, nos tomemos mucho más en serio esta cuestión.
Los políticos arbitrando medidas efectivas para que en las comarcas de interior sus jóvenes gocen, esta vez sí, de oportunidades para desarrollarse como personas orgullosas de poder labrarse un futuro próspero.
Y nosotros, los ciudadanos, siendo mucho más generosos y aceptando con amplitud de miras los grandísimos aportes de todo tipo que el mundo rural le regala a la sociedad en su conjunto. Cuidando los bosques, labrando los campos, manteniendo las acequias ancestrales, coexistiendo con la naturaleza, manteniendo las tradiciones y la cultura…
Por eso estoy seguro de que cuando la alerta sanitaria vaya dejando paso a la normalidad tendremos una oportunidad preciosa para volver a visitar aquellos lugares de los que nosotros, o nuestros padres, partimos. Y le ofrezcamos nuestro tributo y nuestro reconocimiento.
Es más que probable que volvamos encandilados al redescubrir tesoros inimaginables: Iglesias y catedrales, pueblos colgados de las montañas, cortijadas, plazuelas, miradores, senderos, manantiales, artesanías, sabores que creíamos perdidos, una agricultura sabia, bosques y prados sorprendentes, el legado de la historia, sinfonías de geología, el sonido del viento, los cantares de las aves o la luz tenue de las estrellas…
¡En fin! Que a ver si abrimos los ojos…
(Dedicado a mis admirados amigos los periodistas Jesús Javier y Pilar Molero, autores del podscad "Todo va bien, Guadix")
Historias del coronavirus (12): CIUDAD, CIUDADANÍA, SOLIDARIDAD Y ÉTICA
Hoy la vida me ha vuelto a entrelazar con varias personas muy queridas y valoradas... pudimos conversar sobre ciudad y ciudadanía. Y yo aprecio estas cosas como regalos muy valiosos que son.
Todo surgió al recibir una llamada de los periodistas Jesús Javier Pérez y Pilar Molero, los autores del podcast “Todo va bien, Guadix”, para que participara en su programa de hoy… Y, claro, yo súper feliz por dicha invitación “para conversar” distendídamente (minuto 42 y siguientes) cuyo enlace os adjunto: https://youtu.be/FUjn7ZzniJw
Y acto seguido al encontrarme en las redes con un interesante artículo que sobre esta misma iniciativa periodística acababa de publicar mi entrañable amiga, maestra de tantas cosas, la también periodista Pity Alarcón, en el que a cuentas de este mismo podcast reflexiona en el Diario Digital Accitania sobre las mil caras con las que está aflorando la solidaridad en estos días, y también sobre la necesidad de que “el periodismo bien hecho” sea “el reflejo de la ética de la sociedad a la que sirve”:
https://accitania.es/punto-de-vista-todo-va-bien-guadix-otra-manera-de-ser-solidarios/?fbclid=IwAR0voqp77GZn8_Xy-7fT9kEuEadHHzAgaIA285-up64gz4SnG8as5Fi7LXE
Así que mando abrazos muy sentidos para estos tres periodistas, de los que tanto tenemos que aprender.
Historias del coronavirus (6): EL CIENTO POR UNO
Ayer viví un día diferente, especial. Lleno de emociones y de sorpresas. Recordareis que hice una especie de llamada a interactuar: ¡Me encantaría tener un rosario de videollamadas con cualquiera que se encuentre solo, o que simplemente le apetezca conversar conmigo! Y vaya si las hubo, llamadas, videollamadas y sorpresas… y como siempre ocurre cuando abres tu corazón, creo que recibí el ciento por uno.
JULIA, una entusiasta chica de Granada, ya jubilada, inició la serie inundando el ambiente de alegría y optimismo. Aunque vive con dos hijas, en realidad pasa casi todo el tiempo sola están cuasiencerradas preparando oposiciones… Le encanta bailar y me animó con mis clases de Bachata… Así que esta madrugada he recibido, tal y como me prometió, unos videos que me ayudarán a progresar en este maravilloso baile latino.
CÁRMEN es una enfermera malagueña que se conectó conmigo en un breve descanso antes de volver de nuevo al Hospital de Ceuta. Apenas pude articular palabra, pero tuve el honor de compartir con ella todas las emociones, el dolor y la impotencia que brotaban de su pecho. Y me impresionó especialmente su extraordinaria humanidad cuando se desahogaba conmigo narrándome algunas de las vivencias intensísimas de estos días, en las que su labor sanitaria prácticamente pasaba a un segundo plano. Seguramente el momento más especial fue cuando me contaba, casi susurrando, cómo vivió los últimos momentos de un enfermo al que acompañó hasta el final, con su mano cogida, mientras que rezaba para sus adentros deseándole alivio para su agonía…
ENCARNA, ya jubilada, vive sola en Jun, a las afueras de Granada, y me contó muy orgullosa sus actividades de voluntariado. Pero sobre todo me habló de su familia, ya dispersa, y de cómo adora a sus nietos a los que añora porque apenas los ve… Así que estuvimos acopiando razones suficientes para que, tan pronto acabe esta alerta sanitaria, se montase en el coche para ir a Dúrcal a verlos… A ambos nos hizo bien conversar sobre los vínculos del amor y la ternura, y nos sacamos muchas sonrisas el uno al otro. ¡Ah! Un rato después me mandó fotos suyas (ya mucho más guapa, porque se quejaba de que estaba la estaba viendo sin peinar, jajajaj) y por supuesto de sus guapitos nietecillos.
LILIA es una profesora de urbanismo en México a la que tengo un especial aprecio. Y aprovechó la ocasión para conectarse conmigo. Fue estupendo comprobar que sigue llena de ilusión por formar buenos profesionales. Aunque ya no lo fue tanto cuando me contaba, impotente, cómo su país, quizás por los tremendos contrastes sociales, está demasiado relajado con esta enfermedad, temiéndose lo peor. Y, claro, fueron inevitables sus miedos por la salud de su querida madre…
MARITZA en una amiga especial de Lima. Nos conocimos cuando ambos visitábamos hace años la ciudad milenaria de Caral. Aunque es médico pediatra, en realidad es educadora social y sanadora de almas. Fue estupendo comprobar cómo nuestra amistad está más allá de la distancia y del tiempo, como también lo fueron nuestras reflexiones respecto de los aspectos positivos que la pandemia pueda generar en la mejora de ciertos hábitos sociales y familiares.
Con CONCHI, abogada granadina y experta inmobiliaria, ya la conversación fue como una especie de charla vespertina, relajada, muy agradable, compartiendo diversas vivencias particulares de cada uno bajo la sabia perspectiva que, con los años, va dando la vida…
PACO Y SIMÓN me sorprendieron al videollamarme para darme cobijo y echar unas risas conmigo. ¡Gracias!
PEPE, un buen amigo, también me sorprendió al videollamarme por la noche, nos reimos un rato y nos dimos compañía de la buena.
Y finalmente llegó, mientras cenaba, la llamada grupal de mis cuatro hijos, tan guapos, para felicitarme y conversar conmigo mientras que degustaba una segunda copa de un vino de Jumilla que me regalaron hace unos días unos magníficos nuevos amigos… ¡Cuantas alegrías!
¡Ah! Y entre medias otra grata sorpresa… ¿Grata dije? ¡Más que grata! Porque recibí sendos mensajes de los periodistas Pilar Molero y Jesús Javier: “Juan Carlos, tu idea nos ha gustado mucho y hoy hablamos de ti y de tu iniciativa (en nuestro programa)”. Así que os dejo el podcast de su programa TODO VA BIEN, GUADIX en el que comparten cada día las mejores experiencias positivas de este mal momento… Absolutamente recomendables, ellos y su programa. Al escucharlo tened mucho cuidado al llegar al minuto 10’ porque podríais sonrojaros como yo, con las cosas que me dijeron… ¡Gracias, guapos! https://youtu.be/z1dBJDhs35M
En fin… Un día muy intenso, emocionante y bello… Lo dicho, el ciento por uno… para tenerlo presente.