Hay coincidencia general entre los especialistas de que el ferrocarril constituye un modo de transporte esencial para incidir en el progreso de los territorios. Como la hay también respecto de que la ausencia de esta infraestructura dificulta sobre manera la prosperidad y el desarrollo económico, ya que no solo es esencial para lograr una óptima movilidad de las personas y las mercancías, sino que en realidad los propios ejes ferroviarios generalmente constituyen en sí mismos verdaderos ejes de desarrollo en las escalas regional, nacional y transnacional.
Por otra parte, la implantación del ferrocarril constituye una decisión trascendente que debe implicar a los gobiernos de varias escalas (como mínimo los de las regiones afectadas y el nacional) ya que su implantación debe ser planificada desde en el medio/largo plazo y por exigir grandes inversiones.
Y eso explica la gran expectación existente en Granada y su provincia porque, al fin, con la pronta llegada de esta moderna infraestructura, su territorio y sus ciudadanos podrán engancharse de una vez por todas al “tren del progreso”, que históricamente se les ha puesto tan cuesta arriba, como lo demuestran sus bajísimos índices de renta, que se encuentran entre los más modestos de la Unión Europea.
Pero aunque se habla generalmente del ferrocarril en abstracto, su papel territorial va a variar en función del ámbito geográfico desde el que lo contemplemos. Así, en el ámbito de una aglomeración urbana como la de Granada, un ferrocarril de cercanías debería coadyuvar en la construcción de todo un sistema metropolitano de transporte de viajeros en el que junto con el Metro Ligero, la red de autobuses y otros modos no motorizados, consiga relegar al vehículo privado a un papel secundario, con todo lo que ello supondría en cuestiones tales como la ordenación urbana, el impacto ambiental o la salud. En dicho sentido el POTAUG aprobado en 1999 ya le asignaba un papel relevante a su implantación.
Sin embargo, analizado desde una perspectiva más cercana, tendría un enorme potencial de cara a favorecer de una parte una mejor articulación de su territorio mediante la conexión de Granada con los otros tres sistemas urbanos existentes: Motril-Costa de Granada/Guadix-Baza/Loja y Poniente; y de otra mejorando la posición territorial de esta provincia con el territorio nacional, aunque sobre todo con el resto de Andalucía, con el Centro del país y con el Este peninsular. Por eso, es fácil entender el afán de Andalucía por construir un eje longitudinal en el que se enganchen todas las capitales provinciales, constituyendo una de las grandes apuestas en las que deberá apoyarse, sin duda, su desarrollo económico y social. Tanto por favorecer la articulación interna de los grandes centros regionales, como por relacionar a Andalucía con el resto de los territorios nacionales.
“Estación de Moreda, bifurcación de las lineas Almería-Granada”
publicada en https://villadegor.wordpress.com Autor: Juan José Marquez
Pero si considerásemos a Granada desde una visión más amplia, la europea, el ferrocarril quedaría configurado como el verdadero eje vertebrador del Arco Mediterráneo Europeo, reforzando la vocación europea e internacional de Granada como gran centro turístico, de servicios, de investigación y logístico, en el que las infraestructuras portuarias de Motril cobran todo su sentido como gran centro de transportes.
Por eso vivimos un momento histórico ya que es inminente la llegada del Tren de Alta Velocidad, y eso explica que en la sociedad granadina, generalmente errática y pasiva, existan sin embargo diferentes esferas de movilización política y social para reivindicar ante las autoridades regionales y sobre todo nacionales que ya que las infraestructuras siempre llegan tarde, que al menos sean concebidas con responsabilidad, con ambición y con amplitud de miras. De ahí la importancia de la “Plataformas en Defensa del Ferrocarril” y sus acciones reivindicativas de una llegada “digna” y pronta a la ciudad de Granada; las reivindicaciones activas y firmes que se llevan a cabo para que el eje Granada/Puerto de Motril se incorpore de una vez por todas en la programación económica; y los movimientos que desde el norte de la provincia reivindican la reapertura de la Línea Guadix/Almendricos, para que con la recuperación de la lógica territorial se encuentre un motor de prosperidad y de esperanza para este territorio, tan olvidado de inversiones y tan alejado del progreso.
Vaya por tanto esta reflexión para que La Ciudad Comprometida muestre su apoyo a todas estas iniciativas sociales tan necesarias.
En dicho sentido quiero difundir una interesante jornada de reflexión y de debate que ha organizado el Grupo de Trabajo Legislación y Urbanismo del Colegio Oficial de Arquitectos de Granada (a la cual pertenezco) que se llevará a cabo el próximo jueves 18 de Octubre a las 18h30’: GRANADA Y EL FERROCARRIL. OPORTUNIDAD DE DESARROLLO, que contará con e los mejores profesionales de la provincia y de los gestores públicos más reconocidos, con un apasionante programa, en el que confío en que se abordarán todas las demandas de la provincia respecto del ferrocarril:
BLOQUE 1. Presentación del acto y breve exposición sobre la necesidad de la mejora e implementación de tan importante medio de transporte en el futuro de las dos ciudades y de la provincia.
BLOQUE 2. El puerto de Motril y el ferrocarril, oportunidad del siglo XXI.
BLOQUE 3. Granada y el ferrocarril, del siglo XX al siglo XXI.
BLOQUE 4. Mesa de Debate.
Pincha en la imagen para acceder al programa completo e inscripción de la jornada.
Solo queda felicitar al COAGRA por la iniciativa que ojalá sea provechosa. Espero vuestras reflexiones…