Recuerdo que al finalizar una de las intensas reuniones, aquel concejal tan voluntarioso me atajó directamente:
- Juan Carlos, ¿Tú qué harías con el “Berrueco”?
No pude sino poner cara de póker porque, aunque ese nombre me era familiar, aún no era capaz de adivinar de qué se trataba la cosa… Pero el caso es que así comenzó una apasionante aventura de la que, algo más de un año después, apenas ha concluido su primer capítulo.
Veréis, entonces supe que el Castillo del Berrueco es una espigada fortaleza ubicada a 14 km. de Torredelcampo, en un lugar estratégico durante la Edad Media, por ser un cruce de caminos entre Jaén y Arjona, o entre Martos y Estiviel.
“Fue erigida por los musulmanes en torno al siglo XII y reformada por los castellanos tras conquistarla… No obstante, y pese a su evidente valor patrimonial e histórico, en 2019 corría un serio peligro de derrumbe que le acechaba desde hacía años por el deterioro y falta de conservación durante décadas. Perteneciente a manos privadas, el Ayuntamiento de Torredelcampo trató de comprarlo a la familia dueña del mismo en diversas ocasiones para emprender un proyecto de rehabilitación integral pero siempre sin éxito…”
Y me contó que el Ayuntamiento de Torredelcampo llevaba casi dos décadas intentando expropiar aquel BIC para evitar su desaparición. Así que, ya ubicado, le pedí a José Quesada algunos documentos y un par de días para poder analizar por qué no prosperaban las iniciativas municipales. Y muy poco después les propuse ver las cosas de otro modo:
“Aquel camino era kafkiano, por lo que lo iniciamos al revés, porque no hace falta expropiar un bien para poder rehabilitarlo. Lo contempla la legislación. Presentamos un expediente de Obras de Emergencia y la Junta (de Andalucía) lo aprobó en un mes… En el estudio que justificaba la intervención se hablaba del abandono de la construcción, sumado a excavaciones mineras (bajo sus muros), actos de vandalismo y los efectos de la erosión, provocaba que la parte del castillo que se mantenía en pie corriera inminente riesgo de derrumbe.”
Y ya el proceso fue imparable: una ágil licitación, una empresa constructora ejemplar, un equipo técnico con los mejores especialistas, y un alcalde y su ayuntamiento comprometidos en una tarea apasionante que muy pocos otros (¿o quizás ninguno?) afrontan. Y así tomó forma la bonita historia de “la joya del patrimonio torrecampeño que esquivó al fantasma del olvido”, como la ha titulado el periodista Manu Ibáñez, que desde el primer día supo adivinar que aquí había algo bello que merecía ser contado y difundido.
Por eso, algo más de un año después este es el balance: Ya concluyeron las obras de emergencia en El Berrueco. Ya dispone el ayuntamiento de un programa detallado para poder avanzar en su recuperación completa… Y ahora también esta ejemplar iniciativa ha recibido una de esas caricias maravillosas que de vez en cuando te regala la vida: ya que el Diario JAÉN le ha otorgado el PREMIO AL PATRIMONIO HISTÓRICO, una iniciativa que ensalza la admirable singularidad de los pueblos y ciudades de esta tierra, “porque querer a la provincia (de Jaén) también debe ser noticia”.
Mando un cálido abrazo a todos aquellos que habéis hecho posible esta maravillosa aventura. Esta bonita historia.