No es muy conocido, pero “los jueces” y “los arquitectos” a través de sus dos instituciones más representativas (El Consejo General del Poder Judicial y el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España) se vienen reuniendo cada dos años a fin de reflexionar sobre cuestiones legislativas relativas a esta profesión.
Y lo traigo a colación porque en la última edición de estos encuentros (Cartagena 2017) uno de los temas elegidos no podía ser ni de más actualidad ni de mayor urgencia:
La “mortalidad” del planeamiento urbanístico en los tribunales de justicia. Incidencia de las sentencias de nulidad.
"La mortalidad del planeamiento urbanístico" XI Jornadas CGPJ CSCAE.
Y es que se vienen produciendo en los últimos años numerosas sentencias que declaran la nulidad de planes urbanísticos (PGOUs, Planes Parciales o Planes Especiales) cuya elaboración supuso largos años de trabajo y unos enormes esfuerzos sociales, económicos y administrativos. Con unas consecuencias de todo tipo son inimaginables.
Por eso, al hilo de esta temática, se lanzaron al aire una serie de preguntas enfocadas a lograr una reconsideración en profundidad de las normas que regulan el planeamiento urbanístico. Demandando en definitiva por una respuesta urgente por parte de las administraciones públicas y de los poderes del estado. Porque:
• ¿Es razonable que mueran tantos planes urbanísticos en los tribunales?
• ¿No se hacen bien los planes? ¿En qué aspectos fallan?
• ¿Hay que anular todo el plan cuando solo falla uno, o unos pocos, de los requisitos exigidos?
• ¿Sufrimos una normativa urbanística exageradamente intervencionista y confusa?
• ¿Y no podría una sentencia anular un plan con carácter temporal hasta que no se subsanara la causa de la nulidad?
Hay así pues coincidencia general en lo desproporcionado que supone la anulación completa de un plan cuando existe algún defecto subsanable. Por lo que corresponde al gobierno de Pedro Sánchez concluir plos ajustes legales que al respecto ya habían sido desarrollados desde el Ministerio de Fomento por el gobierno anterior...
Así pues, señor Sánchez: Pies, para qué os quiero?