El pasado viernes tuve la oportunidad de conversar detenidamente con un profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Cartagena (Región de Murcia, España). Nos encontramos como consecuencia de un viaje profesional que realicé a esa ciudad, tan sorprendente y tan contradictoria, con tantísimas luces y a la vez con algunas sombras difíciles de ocultar. Una ciudad para reflexionar.
Hablamos sobre todo de urbanismo y de urbanidad. De ciudad y de ciudadanía. En realidad, hablamos más que nada sobre cómo favorecer la participación social en la construcción de la ciudad.
Ambos compartimos algunas de nuestras experiencias al respecto y nuestros enfoques particulares. Así, yo le regalé nuestro recientísimo libro “Educando la mirada sobre la ciudad histórica de Ronda” en el que, mediante la colaboración del colectivo de dibujantes urbanos, hemos explorado una fórmula novedosa y atractiva para propiciar ese urbanismo pedagógico en el que tanto creo.
Y también él hizo lo propio al sorprenderme obsequiándome uno de sus trabajos editados: La participación en la construcción de la ciudad, una temática en la que Jaume Blancafort junto con su compañera Patricia Reus llevan investigando y explorando fórmulas desde hace tiempo. Desde la consideración de que la participación puede ser un fin en si mismo.
Ya en casa, durante el fin de semana he empezado a disfrutar de esa joyita de libro que me regaló, que incluye un preámbulo que no tiene desperdicio: una elocuente cita de Luis Aranguren Gonzalo (perteneciente a su obra “LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA: POSIBILIDADES Y RETOS” publicada en la revista Aposta, núm. 22, noviembre, 2005, cuyo enlace te comparto por si te interese esta temática: https://www.redalyc.org/pdf/4959/495950215002.pdf ) algunas de cuyas ideas te trascribo para que la leas una y otra vez. Una y otra vez:
- “La participación es una actitud y una actuación cargada de otros valores sociales que la determinan también como valor humanizador”
- “No solo participamos para construir un barrio mejor, sino que el hecho de participar alienta una puesta en común de experiencias, habilidades, actitudes proactivas, generación de cultura de equipo, comunicación…”
- “La participación es lugar de encuentro de vida buena y sociedad justa, las dos máximas aspiraciones éticas del ser humano”
Me gustó mucho comprobar que somos muchos los que consideramos a la participación como un excelente indicador del capital social de un lugar, aunque te reconozco que entre los actores yo siempre incluyo a los diferentes estamentos técnicos y políticos de los ayuntamientos, a fin de garantizar la transversalidad de las propuestas y para ir construyendo políticas de consenso y para dotar de institucionalidad a las propuestas.
No en vano, La Ciudad Comprometida “confía en la participación de los ciudadanos y las instituciones en los procesos de planificación como forma de asegurar la idoneidad social de las decisiones adoptadas.”
Y no he podido sino sonreír al comprobar que la mayor parte de mi dedicación profesional la dedico, cada vez más, a favorecer dichos procesos participativos y de concertación social y política, ya que van a ser los cimientos sobre los que deberá construirse la formulación de un plan que cuente con una sólida base. Así, en apenas unos días he estado desarrollando estas tareas en las ciudades de RONDA (Málaga), JUMILLA (Murcia), TORRE PACHECO (Murcia) y GUADIX (Granada), y en esta semana entrante también las realizaré en la ciudad de MARTOS (Jaén).
¿Y sabes lo que te digo? Que desde mi punto de vista se trata de unas tareas imprescindibles para ir construyendo lazos de confianza recíproca y de esperanza. Así que estas actividades claro que dan sus frutos. ¡Desde luego que dan sus frutos!