“Querido amigo, entrañable paisano Roberto. Ya me faltan calificativos para agradecer una vez más tus palabras de aliento, así que lo diré como habría dicho mi querido padre: ¡que Dios te bendiga!”
Nuestro Blog utiliza cookies propias y de terceros para mejorar el servicio al usuario, Debes aceptar nuestra Política de Cookies