La temática de la movilidad urbana sostenible siempre está de actualidad en La Ciudad Comprometida, y es que nos gusta hacernos eco de las experiencias positivas de aquellas ciudades que van avanzando en dicha materia, con una mejora urbana evidente en términos de recuperación de espacio para los peatones, mejora de la calidad ambiental urbana y, en definitiva, de mejora de la calidad de vida de la población.
Durante los últimos 75 años, el diseño urbano ha estado orientado esencialmente a satisfacer las necesidades de la circulación en automóvil, que se ha convertido en el protagonista de nuestras ciudades al apropiarse de gran parte del espacio viario, siendo los peatones confinados en unas aceras, la mayoría de las veces insuficientes. Y a pesar de que esta tendencia ya no es tan severa, sin embargo el centro de las ciudades tiene una configuración en la que el peatón presenta un tratamiento subordinado frente al automóvil.
Ya nadie duda que para los desplazamientos cortos como para los movimientos en el interior de las ciudades “el automóvil es el modo de transporte más insostenible (en términos de consumo energético, ocupación de suelo, contaminación ambiental y producción de externalidades negativas)” por lo que la búsqueda y el fomento de medios alternativos a su uso es lo que caracteriza a las denominadas políticas de movilidad urbana sostenible.
En dicho sentido, a través de los Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) se propondrán acciones encaminadas a proporcionar alternativas de desplazamiento al vehículo privado, y convencer a los ciudadanos de que pueden y deben ser usadas:
“la restricción y/o limitación del uso del automóvil privado (con medidas de contención/templado del tráfico), la regulación del aparcamiento, la peatonalización de ciertos ámbitos, el establecimiento de peajes urbanos para el acceso a las áreas centrales, etc. así como la promoción de medios de transporte más sostenibles, con una oferta adecuada de transporte público y de itinerarios atractivos para los modos no motorizados.”
Y es que no debemos olvidar que “la movilidad urbana, más que una cuestión técnica es, sobre todo, una cuestión social”, como se indicaba en una de tantas reflexiones de La Ciudad Comprometida sobre la temática.
Así que entenderéis cómo me ha encantado leer recientemente un reportaje de la revista VIDA ECONÓMICA, la revista empresarial de Málaga, en su nº de marzo de 2018, en el que se da cuenta de la modernización que se ha producido en las principales ciudades de esta provincia andaluza como consecuencia de las políticas de peatonalización llevadas a cabo en sus centros históricos respectivos. De modo que Málaga, Antequera, Rincón de la Victoria, Fuengirola, o Torremolinos, por ejemplo, lo tienen claro, tal y como lo explican algunos de sus alcaldes:
“La reestructuración de los centros históricos es una realidad que se plasma en casi todas las ciudades: lo que hace años era inconcebible (ir al centro sin coche) hoy es básico. Ahora el ciudadano busca no escuchar el ruido de los motores y encontrarse con un centro urbano abierto, hecho para él y por el que pueda pasear y comprar sin obstáculo alguno”
“la peatonalización de los centros de las ciudades supone ganar en calidad de vida para los ciudadano y los comerciantes, además de una potenciación de la actividad económica en el entorno”
MOVILIDAD EN GUADIX. fotografía de TORCUATO FANDILA
Por eso, me agrada exponeros que en el reciente Plan de Ordenación y Protección del Casco Antiguo de Guadix (Andalucía, España) se ha definido un nuevo modelo de movilidad para el conjunto histórico, que deberá ser desarrollado a través de un PMUS, a partir de los siguientes planteamientos esenciales:
- Peatonalización progresiva del Casco Antiguo y el fomento del transporte no motorizado.
- Progresiva eliminación de los aparcamientos en superficie de espacios públicos y calles con especial valor patrimonial, y la consecuentemente dotación de un sistema de aparcamientos públicos y privados.
- Creación de itinerarios peatonales de carácter funcional, cultural y turístico que considere la nueva red pública de espacios libres propuesta (parques arqueológicos, parques lineales, cerros, red de miradores y el tránsito peatonal exclusivo por las huertas urbanas).
- Redacción de una carta de pavimentos y mobiliario urbano que dote de coherencia a la urbanización de los espacios públicos.