Hace unos días recibí una invitación para asistir a un evento de gran solemnidad, nuevo para mí. Se trataba del acto de apertura del curso académico de la REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE GRANADA que iba a celebrarse en el gran teatro de la ciudad, en el corazón de La Alhambra. Os reconozco que me acompañó una gran curiosidad porque, aunque sabía algo de esta institución, me incomodaba no conocerla más… más que nada porque sus fines están relacionados con la defensa cultura y el patrimonio local.
Me imagino que muchos, la mayoría, os preguntareis, pero… ¿Qué es la Academia de Bellas Artes? Porque suena a algo añejo. Una especie de grupo de sabios que están ahí, en la sombra de las ciudades, y que de cuando en vez emiten dictámenes sobre asuntos de actualidad o no… Mirad:
- es una Corporación de Derecho Público cuyos orígenes se remontan al año 1777
- tiene por finalidad promover y cultivar la Pintura, la Escultura, la Arquitectura, la Música, y cualquier otra manifestación de las artes, estimulando su ejercicio y su enseñanza y defendiendo el Patrimonio Histórico-Artístico
El caso es que allí estuve en el Auditorio Manuel de Falla y, en realidad, fueron muchos actos en uno:
- Discurso del director saliente (Jesús Mª García Calderón, quien fuera Fiscal General de Andalucía)
- Toma de posesión de la nueva directora de la academia Orfilia Saiz Vega
- Discurso de apertura a cargo de uno de los académicos, Francisco Juan Martínez, titulado ‘Al principio ya existía la imagen. La imagen como símbolo, entre iconofilia e iconofobia’
- La entrega de Medallas a las Bellas Artes y Medallas al Mérito, distinciones con las que esta Real Academia da visibilidad y reconoce la labor y el mérito de personas o instituciones ligadas al ámbito artístico y defensa del patrimonio:
- Mónica Melcova y Francisco Ortega Pomet que recibirían la Medalla de Bellas Artes;
- Luisa García y Eduardo Mendoza (Tracer Restauración SL), el Concurso Internacional de Guitarra Clásica ‘Andrés Segovia’ de La Herradura y Javier Leal que fueron distinguidos con la Medalla al Mérito.
- El nombramiento de tres nuevos académicos (entre los que se encontraba mi queridísimo paisano –y cuñado- Jose A. García “Amezcua”)
- Y como colofón, un apasionado miniconcierto al órgano a cargo de Mónica Melcova que interpretó a Bach.
También fue también una noche de reencuentro con muchas personas muy respetadas. Así me encantó saludar, por ejemplo, a los arquitectos y académicos Carlos Sánchez, experto en conservación; y a Miguel Olmedo Benítez, quien durante tantos años ha velado por la coherencia del urbanismo provincial y con quien compartí la redacción del POT de la Aglomeración Urbana de Granada.
Y, como dos de los protagonistas de la noche eran accitanos (de Guadix), allí que estaba también Jesús Lorente, su alcalde, y algunos de sus concejales, para arroparles y darles calor.
Pero, al margen del evento en sí, hoy os he querido hablar de la Real Academia de Bellas Artes para saldar, de alguna manera, una deuda de con una institución que lleva casi 250 años contribuyendo a la defensa del patrimonio local y a la promoción de la cultura. Y quiero felicitar a su nueva directora, ya que con gran determinación anunció su intención de «cambiar un pretendido elitismo intelectual por un activismo social para defender y aglutinar a este numeroso club que formamos los que necesitamos nuestra dosis de cultura».
Por eso, desde la humilde caja de resonancia que significa La Ciudad Comprometida hemos querido felicitarle y les brindamos todo nuestro apoyo en esta apasionante labor, que si en su nacimiento en el siglo XVII fué pura vanguardia sobre el concocimeinto, ahora debiera ser faro y conciencia colectiva.