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Mi amigo Martin Stellar me habló hace tiempo sobre la importancia de ayudar a establecer lazos entre personas interesantes o afines, y hoy os quisiera mostrar un bello ejemplo de ello:
[19:50, 23/4/2020] Juan Carlos GReyes:
“Querido José Antonio (Lorente), ya sea por el azar, por los hilos rojos que todo lo unen o por alguna mano invisible, el caso es que mi querido amigo Jorge Solano, psicólogo colombiano y Hermano de La Salle (que fue mi terapeuta cuando hace unos años mi vida dio un quiebro, allá en Colombia), me acaba de mandar para que fuera el primer lector de un escrito pastoral que a cuentas del COVID-19 le ha pedido la comunidad religiosa de su país. Te cuento esto porque ha bebido de La Ciudad Comprometida y sobre todo de tu estupendo artículo del que mi blog se hizo eco…”
[19:51, 23/4/2020] Juan Carlos GReyes:
“Querido Jorge (Solano), me ha parecido un bellísimo escrito que ayuda a reflexionar y que da muchas claves sobre cómo orientarlo (el confinamiento). En otro orden de cosas me siento muy honrado de que incluyas algunas de mis palabras y de que yo fuese un vínculo para que llegaras a los aportes sabios de mi gran amigo (como tú) el Dr. José Antonio Lorente…”
Y ahora yo os comparto a vosotros la pregunta final que se hace Jorge Solano en su escrito, y la consiguiente respuesta que nos propone:
“¿Qué podríamos dejar como aporte para nuestra reflexión… frente a la pandemia del COVID-19?:
Asumir con responsabilidad esta situación de la crisis generada por la pandemia para manejar asertivamente los miedos y el pánico. Evitar la saturación de información haciendo filtros de la misma con el fin de no crear confusión personal ni social. Replantear el equilibrio de las responsabilidades con nosotros mismos, con los demás y con nuestro entorno. Afianzar las relaciones al interior de nuestra casa para construir verdaderos hogares, donde haya luz y calor humano. Incorporar una actitud serena sin pasividad ante las circunstancias, procurando manejar con resiliencia las circunstancias externas y no que ellas manejen nuestra integridad personal. Reconocer nuestra fragilidad humana con actitudes de optimismo y esperanza. Fortalecer nuestra interioridad, acrecentando los valores esenciales del ser humano como la solidaridad, la responsabilidad y la verdad, con el claro objetivo de dar un mayor y mejor sentido a nuestra existencia. En una sentencia, convertir esta crisis en una oportunidad para favorecer la vida y respetar la vida.”
Martin, JoseAntonio, Jorge... Y yo ahora los enlazo para vosotros.