“ Casi siempre tocas temas de profundo calado en la sociedad por las connotaciones y realidades que llevan aparejadas, pero en esta ocasión creo que has llegado al corazón del asunto.
La sociedad en la que nos ha tocado vivir, y en ella incluyo obviamente a políticos, a partidos políticos, a organizaciones de todo tipo nacionales e internacionales, no persigue más que dos objetivos según sea tu grado de adaptación, y son, o supervivencia o poder-dinero, que no sabría decir exactamente cuál fue antes si el poder que te lleva al dinero, o el dinero que te lleva al poder.
Está claro que todos no tenemos el mismo poder de decisión en aquellas cosas que rigen los destinos de la sociedad, de ahí que aunque todos tengamos nuestra parte de culpa, es a nuestra clase dirigente y a sus organizaciones a quienes compete ponerse el traje de faena e intentar hacer por todos los medios un mundo mejor.
También es verdad que los ciudadanos de a pie, aunque no tengamos ese poder de la clase dirigente, sí tenemos el poder de no votarlos en las urnas y darles el oportuno despido procedente; lo que todos sabemos que en un alto grado no ocurre, bien por clientelismo, bien por enchufismo, bien por amiguismo, o por muchas otras razones que todos conocéis de sobra.
Con las declaraciones grandilocuentes llenas de falsedad absolutamente, no vamos por buen camino, poco vamos a arreglar y, hoy por desgracia, es lo que más se da entre nuestra clase dirigente.
Me extraña mucho que algún lumbreras no haya prohibido ya por decreto ley las hemerotecas, pues sin duda son una vergüenza para ellos y un escaparate donde podemos ver a diario sus recalcitrantes mentiras, pero tranquilos que todo se andará.
Que Dios nos ayude, porque está claro que nuestros políticos no lo hacen. ”