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Juan Carlos enhorabuena por esta gran idea! La realidad es que la acogida pasa de un primer momento de auxilio, a una necesidad de integración y dar la oportunidad a esas refugiadas a optar a una vida plena, mientras deciden si regresan o no a su pais. Un puesto de trabajo no solo aporta el soporte económico, sino además aporta unas relaciones que generen una red de apoyo, que sin duda estas mujeres han perdido en su huida. En un día como hoy en que se alzan las voces de las mujeres por el fin de los roles de género, la erradicación de la violencia machista, la igualdad entre hombres y mujeres, la conciliación familiar, la equiparación salarial, etc... parece que no cabe más que gritar al unísono por la paz, porque sin paz no hay derechos y sin derechos no hay igualdad.