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Es casi imposible cambiar las formas de vida actual a base de planes o de recomendaciones ya sean de la comunidad científica o de Europa. Por desgracia las sociedades no cambian de forma radical, sino más bien evolucionan, y para eso cada vez hay menos tiempo. Es inevitable que los estados/gobiernos empiecen a prohibir, si prohibir, ciertos elementos, usos, hábitos y productos, ya que no hay otra forma de erradicarlos de la vida. Así que espero que desde Europa (ya que en España hemos sido desde siempre incapaces de legislar al respecto) empiecen a llegar reglamentos que nos ayuden a cambiar nuestro maltrecho medio ambiente.