En unos días tengo que explicarle a mis paisanos de Guadix (Andalucía, España) porqué deben tener esperanzas de que el reciente plan que hemos elaborado para el Casco Antiguo de esta bellísima ciudad llena de historia, de verdad va a dar una respuesta a sus necesidades más acuciantes. ¿Protección y Catalogación de su patrimonio cultural? Desde luego. ¿Medidas de revitalización urbana? Claro. ¿Mejora de los servicios públicos? En efecto. ¿Políticas de sostenibilidad urbana y ambientales? Sin duda alguna. ¿También medidas que fomenten actividad económica? ¿Y mejorar el paisaje urbano y su armonía?...
Todo eso, desde luego, y os lo quiero ir explicando con un razonable detalle a lo largo de una serie de reflexiones que compartiré en los próximos días, pero hoy quisiera empezar hablando de los ciudadanos. De sus necesidades básicas que no siempre están bien atendidas en la ciudad ya que nos volcamos tanto en hacer viables diversas operaciones urbanísticas que se nos olvida con frecuencia (demasiada me parece a mí) que todo, todo lo que se plantee desde la acción pública (y la planificación de una ciudad o de un barrio lo es sin duda) debe ir orientado a mejorar las condiciones de vida, la calidad de vida, para que tú como yo, podamos desarrollarnos como personas en el entorno en el que vivimos.
Es decir, que no solo debemos abordar las cuestiones físicas de las ciudades (volúmenes, alturas, edificabilidad, usos, protección, diseño…). Muy al contrario, ya que si no afrontamos “por derecho” también otras cuestiones que afectan a la calidad de vida de las personas (buenos servicios, acceso a una vivienda digna, vivir en entornos saludables, accesibles y seguros, vivir en ciudades competitivas y activas…), estaremos dando únicamente soluciones parciales y por tanto inadecuadas e inoportunas…
Así pues, seguramente empezaré a explicarle a mis paisanos de Guadix que tan importante deberá ser establecer medidas y normas para la recuperación y protección de su rico patrimonio urbano y monumental, como el que ellos, sus padres, sus hijos y sus nietos, puedan vivir con la mayor armonía posible para que le devuelvan a la sociedad a través de sus días a días toda su capacidad de compromiso, viviendo como ciudadanos.
Y es que es tan obvio que se nos olvida la mayor parte de las veces: el objetivo de la planificación urbana es favorecer que las ciudades y sus barrios constituyan entornos óptimos en los que podamos desarrollarnos como personas y como ciudadanos. Es decir, que crear ciudad tiene mucho que ver con crear ciudadanía. Es decir: favorecer el desarrollo de Ciudades Comprometidas.
Por eso, a la hora de sintetizar las propuestas del Plan de Ordenación, Protección y Catálogo del Casco Antiguo de Guadix (intentando trascender de lo meramente local para que puedan ser aplicables, con los lógicos matices de cada caso, a los barrios históricos en general) quiero empezar a hablaros de algo que casi nunca se aborda o no se aborda suficientemente: cómo desde la planificación se debe contribuir a que los ciudadanos tengan un acceso efectivo a una vivienda digna.
No solo es que la gente pueda vivir en su barrio, es que este debe estar bien dotado de servicios e infraestructuras, con los equipamientos básicos cercanos, accesibles y en entornos saludables y (deseablemente) armónicos… Como veis, son cuestiones que aparentemente serían más sencillas de resolver en las áreas centrales de la ciudad pero que, paradójicamente, en estos lugares están llenas de dificultades: carestía de las viviendas, insuficiente oferta, concentración de actividades terciarias o turísticas, expulsión de las familias con menos recursos, existencia de bolsas de marginalidad, progresiva sustitución de las dotaciones por usos lucrativos… A lo que habría que añadir otros hándicaps específicos de los centros históricos como: tipologías y sistemas constructivos obsoletos, normativas ambiguas, protección patrimonial...
Así que pasaré directamente a contaros las principales medidas que en esta materia hemos propuesto para Guadix:
- A través de la calificación del suelo se garantiza una mezcla rica de usos y actividades complementarias al uso residencial, estableciendo medidas para garantizar la mayor calidad de vida para sus habitantes, en entornos armónicos, bien dotados, accesibles y con unas condiciones ambientales óptimas.
- Se han identificado aquellos vacíos urbanos que constituyen áreas de oportunidad para mejorar la articulación urbana, para suplir déficits dotacionales y para mejorar la oferta de viviendas. Además se han identificado tres de ellas que por su singularidad han sido ordenadas detalladamente (Suelo Urbano No Consolidado Ordenado) a fin de anticipar en lo posible su gestión de modo que puedan ser ejecutadas a la mayor brevedad, sirviendo de referencia a los suelos urbanos no consolidados restantes.
- Salvo excepciones, en todas las áreas el uso predominante (que no exclusivo) de los aprovechamientos es el residencial, reservándose al menos el 30% para viviendas de precio reducido (VPO) lo que unido a los % de suelo de cesión al municipio garantizará la intervención pública en el mercado de suelo y de vivienda.
- Se han identificado los déficits existentes en materia de espacios libres, centros docentes y equipamientos de interés público y social, no solo a nivel global para el Casco Antiguo de Guadix, sino también a nivel de barrio, al objeto de que mediante la ordenación de las áreas de oportunidad y de otras figuras de gestión (como las AMU: áreas de mejora urbana y dotacional) se garantice cubrir tales déficits, aun cuando ello requiera que reservas de suelo superiores a los estándares mínimos que prevé la legislación.
- Además, aprendiendo de la experiencia acumulada por Guadix en la aplicación de los diferentes programas regionales de vivienda (infravivienda, rehabilitación integrada, promoción pública, rehabilitaciones) se han delimitado 11 ÁREAS DE REHABILITACIÓN INTEGRADA (ARI).
Su objetivo principal no es otro que la regeneración urbana de los ámbitos vulnerables, obsoletos o degradados que conforman la orla de casas cueva que se sitúan en el borde del Casco Antiguo, alcanzando tanto a la rehabilitación de las cuevas, casas/cueva o los pocos edificios que haya en el área, como a la rehabilitación o mejora del espacio público, con la búsqueda común en todas ellas de la regeneración ambiental del paisaje urbano de estos ámbitos tan singulares. Cabe precisar que tendrán carácter integrado porque deben articular medidas sociales, ambientales y económicas, enmarcadas en una estrategia municipal global y unitaria, y en general se corresponden con manzanas completas a fin de dar coherencia a las actuaciones pero también para facilitar su gestión.
- Y por último, sin olvidar que una de las acciones principales de un plan en ámbitos históricos consiste en el establecimiento de medidas para la protección de las características tradicionales de la edificación, se ha compatibilizado con:
o El establecimiento de normas precisas, claras y objetivas que favorezcan autorizaciones ágiles que incentiven la rehabilitación del caserío abandonado, sin uso o en estado ruinoso y la construcción en los solares existentes.
o Y flexibilizando al máximo las necesarias medidas de protección que afectan a medio millar de inmuebles catalogados en el nivel ambiental, posibilitándose de ser necesaria la demolición parcial de los mismos cuando no dispongan de las condiciones mínimas de habitabilidad y salubridad.
En fin… espero que haya sido de vuestro interés mi reflexión, que para mejor ilustración viene acompañada de las fichas completas de una de las ÁREAS DE REHABILITACIÓN INTEGRADA (ARI) delimitadas.
Y es que algunas veces se nos olvida que los planes deben estar al servicio de la sociedad y no al contrario.