Hace unos meses, el Colegio Oficial de Arquitectos de Granada, al igual que hace cinco años, volvió a convocar los PREMIOS COAG 2018-2022, con el objetivo de incentivar y distinguir buenas prácticas profesionales “que por su calidad contribuyan a la mejora de los espacios habitables, estimulen la labor profesional y potencien un estado de opinión o debate arquitectónico en la ciudadanía, que haga posible el progreso y la razón en el discurrir cotidiano de nuestro entorno.”
Como en tantas otras ocasiones, me reuní al aroma de un café con el núcleo duro de mi equipo y decidimos que nos merecíamos intentarlo en la categoría denominada “PREMIO DE URBANISMO Y PAISAJE Antonio Gallego Burín”, para mostrar con orgullo a los demás nuestra labor como urbanistas. Tan ingrata las más de las veces, pero a la par tan necesaria para seguir sembrando proyectos colectivos verdaderamente comprometidos.
Dicen que los urbanistas nunca (o casi nunca) ven el resultado de sus proyectos urbanos, ya que suelen requerir de una cocción lenta que se prolonga por años. Por eso esa noble tarea solo es apta para soñadores, seguramente mucho más que para desarrollar proyectos arquitectónicos, que suelen materializarse en plazos mucho más cortos. Pero convendrás conmigo que la buena arquitectura luce mucho más si se da en entornos de calidad, aunque generalmente se nos olvide que dichos lugares fueron previamente concebidos; concertados; regulados; gestionados; urbanizados… por numerosos actores públicos o privados entre los que siempre hubo, al menos, un buen arquitecto.
Como compartirás también que los mejores edificios adquieren un mejor significado y prestan una mejor función cuando está ubicados en barrios llenos de vida, saludables, integradores, armónicos, eficientes, sostenibles, innovadores… Unos barrios que, en definitiva, favorecen el desarrollo, en todos los sentidos, de las personas que los habitan.
Porque esas son precisamente las tareas de los que hemos encontrado en el “urbanismo” la mejor manera de sentirnos útiles: “Creando sitios en los que a ti te gustaría estar.”
Por eso decidimos que concursaríamos con un trabajo de planificación: el Plan para la Ordenación y Protección del Casco Antiguo del CH de Guadix (Andalucía, España). Seguramente el trabajo más difícil y también más necesario que nunca he afrontado. Un plan cuyo éxito final ha requerido altísimas dosis de audacia, inteligencia y de corazón… Soñando que era posible un futuro mejor para esta entrañable ciudad.
En realidad, llevo muchísimos años soñando (y apostando) para que la urbanística, la disciplina a la que más me he entregado, sea cada vez más valorada socialmente y también por los propios arquitectos. Ahora comprenderás por qué aquel día de principios de enero deseé que el Plan de Guadix fuese premiado. Y lo hice con todas mis fuerzas.
Por eso, querido lector de La Ciudad Comprometida, te diré que tengas cuidado, mucho cuidado, con lo que deseas… porque los sueños se cumplen, ya que ¡Hemos recibido el PREMIO DE URBANISMO Y PAISAJE!
Ahora, si te apetece, te voy a compartir una breve semblanza sobre cuáles han sido desde mi punto de vista los merecimientos para que Guadix y su Plan hayan recibido este premio: UNA PARTITURA CORAL, SOÑADA, TAÑIDA Y SENTIDA.
Para finalizar, quiero mostrar mi agradecimiento infinito al jurado de los Premios COAG’22, además de todo mi cariño y mi aprecio a los que de una u otra manera hicieron posible este trabajo, aunque permíteme que hoy me acuerde especialmente de:
- Mis compañeros de www.gr-arquitectos.com y específicamente de nuestra directora técnica la arquitecta Mónica Blazquez;
- Los integrantes de las diferentes Comisiones de Urbanismo durante las tres últimas legislaturas municipales (por su enorme compromiso y la gran confianza que siempre nos depositaron) y los asesores municipales.
- y de los tres Delegados de Urbanismo con los que tuve que trabajar estrechamente: Jesús Lorente Fernández (actual alcalde de la ciudad), Iván López Ariza y nuestro siempre recordado Quini Onieva Sedano.
Y mi más sincera felicitación al resto de los premiados, cuyos trabajos me gustaría compartirte próximamente.