Seguramente “estaba de Dios”, como se suele decir en mi tierra, que esta mañana escuchase en la radio la repetición de un programa que había sido emitido hacía muchos meses. Pero, cosas del verano, el caso es que hoy, mientras me despertaba un segundo café, me enganchó un diálogo muy sensato que llevaban a cabo la presentadora (del programa Código de Barras de la Cadena Ser) y un tal Guillermo Palomero.
El caso es que este señor, cuyas palabras rezumaban sensatez y sabiduría de la buena, hablaba sobre la necesidad de crear un clima de opinión social favorable en el mundo rural en relación a la conservación y mejora de los hábitats naturales de las montañas y de los bosques. Y es que la fundación que preside (Fundación Oso Pardo, FOP) viene trabajando desde hace muchos años en resolver los conflictos inevitables que generan estos animales, escuchando a los sectores afectados y buscando soluciones y consensos de amplio calado. Y explicaba con una lógica aplastante que con la protección de una especie tan llamativa como el oso en realidad se está protegiendo la globalidad de un todo un ecosistema. E hizo toda una llamada para que abramos los ojos y nos demos cuenta de que también están en gravísimo peligro de desaparición los usos y costumbres de las zonas rurales, cada vez más despobladas, necesitándose un apoyo mucho más decidido por parte de las administraciones públicas y de la gente.
Y con esa referencia ya fue inevitable que recordara que tenía pendiente desde hacía unas semanas acercaros a la figura de Jose Luis Prada, muchísimo más conocido como “Prada a tope”. Pero hablaros de él en realidad es lo mismo que hablaros de desarrollo rural endógeno, de comercialización y transformación artesanal de los productos locales, o de difundir los valores culturales de toda una comarca, en este caso El Bierzo. Un bellísimo lugar lleno de historia que se encuentra ubicado allá donde las tierras leonesas confluyen con las gallegas (Castilla y León, España).
El hecho es que hoy "Prada A Tope" es una franquicia indisociable con El Bierzo y con la calidad de sus productos, cuyo centro de referencia está ubicado en el Palacio de Canedo (Cacabelos, León), un caserón del siglo XVIII declarado BIC, que Prada rehabilitó de manera exquisita hace aproximadamente 20 años, rescatando con ello no solo su notable arquitectura sino que también le supo devolver a esta hacienda histórica, con sus bosques y viñedos, todo el esplendor y la vitalidad que tuvo antaño:
“…La tierra es prestada y que tenemos que cuidarla con respeto casi religioso. Por eso no utilizamos herbicidas ni abonos químicos, apostamos por el manejo ecológico de la tierra y hacemos el vino que nos entregan estas cepas, cada año con su impronta climatológica sin que la mano del hombre intervenga más de lo necesario.
Todo está inventado, solo tenemos que poner al día lo que nos enseñaron los mayores, y respetar el cariño con el que nos legaron estas vides de Godello y Mencía, las primeras blancas, frescas, frutales y luminosas, las segundas con el aroma de los frutos rojos del sotobosque, con cuerpo y vigor, ambas atlánticas pero gozosas de medrar en el potente sol del verano del Bierzo.”
Así, En El Palacio de Canedo, al igual que por entonces, hoy se crían y elaboran los productos que da la tierra y son almacenados en la antigua bodega de la casona, hoy reconvertida en tienda de alimentos y otros productos autóctonos (chocolates, jabones, artesanía, conservas, licores o vinos). También El Palacio de Canedo ha sido habilitado para albergar un afamado restaurante y un delicioso hotel. Y las viñas, seguramente el santo y seña de esta marca, de las que obtiene sus vinos D.O., destilados (orujos y aguardientes) y espumosos.
Una ilustre personalidad leonesa, hace ya años, al referirse a Prada quiso calificarlo así:
"ejemplo de constancia y trabajo bien hecho, que apuesta por lo nuestro y por nuestra identidad, defensor de los sabios hábitos y maneras heredadas de nuestros mayores y de las costumbres más arraigadas en el medio rural"
Y yo, que he tenido el gustazo de conocerlo en persona y de dialogar sin prisas con él, recorriendo sus instalaciones y degustando algunos de sus productos culinarios y caldos, puedo asegurarte que los principios en los que durante décadas ha sustentado su labor no solo permanecen inalterables, sino que son hoy día de la mayor actualidad y vigencia. Un verdadero haz de luz y de ejemplaridad en la que debieran mirarse tantísimas comarcas rurales y sus gentes.
Sin embargo, para Prada su receta se trata tan solo de seguir aplicando "la experiencia y el mimo que nuestras madres y abuelas pusieron y ponen en la elaboración de los productos que dan nuestras tierras".
Entre tantos años de actividad trepidante, Jose Luis Prada ha sido alcalde de su pueblo, impulsor del Consejo Regulador de la D.O. de los vinos del Bierzo, empresario audaz, y seguramente también el mejor embajador y el más conocido de su tierra, por lo que ha recibido multitud de premios y reconocimientos… además de los que diariamente sigue acopiando en forma de cariño y palabras agradecidas de los visitantes y huéspedes que visitan el Palacio de Canedo, como por ejemplo ha sido mi caso.
Aunque os confesaré que en realidad yo fui, acompañado de unos buenos amigos de la zona, a comprar sus maravillosos “zupeiros agridulces” (higos verdes confitados en vinagre de vino Mencía que envejecen en la bodega durante más de cuatro años, ya que son unos perfectos acompañantes para la carne a la brasa) pero me llevé el premio gordo ya que no solo pude saludarlo en persona sino por todo el tiempo que gentilmente me dedicó, gracias a lo cual pude comprobar de primerísima mano que Prada es un ciudadano especial, lleno de fuerza interior, que desborda pasión y sueños, y que ama por encima de cualquier circunstancia a su tierra y a sus gentes.
Además, me quiso enseñar personalmente su museo de vivencias y de recuerdos, y allí pude saber que desde hace años toda su actividad la canaliza a través de la Fundación Prada a Tope:
El objeto o fin principal de la Fundación es la defensa y potenciación del medio natural, preservando las costumbres y cultura de los pueblos de el Bierzo y específicamente de su patrimonio arquitectónico; tratando de crear el medio adecuado para una vivencia mejor de la gente del campo.
y que una de sus iniciativas filantrópicas consiste en premiar cada año las mejores actuaciones de recuperación y conservación de la arquitectura tradicional. Así, desde 2009 han sido reconocidas recuperaciones en el medio rural tan dispares como: viviendas, palomares, hórreos, lavaderos, hornos, iglesias, ermitas, pozos o plazas, contribuyendo todas ellas a hacer un Bierzo rural más auténtico, atractivo y vivo.
Con orgullo, pero también con humildad, le hablé de este blog y le prometí que le dedicaría uno de mis post para así contribuir a la difusión de su labor y de sus extraordinarios productos… Pero lo que no le dije entonces es que también lo incorporaría a nuestra ilustre nómina de Ciudadanos Comprometidos… Con todo merecimiento y con toda mi admiración y agradecimiento por la importantísima labor que ha llevado a cabo en El Bierzo, en la que tanto debemos mirarnos para aprender de ella.
Muchísimas gracias por todo y felicidades: Prada A Tope, Ciudadano Comprometido
(Con mis amigos Prada, Boni, Emilio y Carlos)
(pongo esta imágen para darle el gusto a mi amigo Roberto Balboa)