Ha sido uno de los momentos profesionales más emotivos que he vivido. ¿Por algún agasajo o reconocimiento? ¿Fue quizás la culminación de algún proyecto especialmente difícil? ¿Se produjo quizás en la ciudad más bella que uno nunca pudo soñar? Pues no ha sido por nada de eso. Ni tan siquiera lo que he vivido estuvo rodeado de púrpura o de pompas especiales… pero tuvo seguramente los mejores ingredientes como para hacerlo memorable: la sencillez, la fe, la ilusión, y también la certeza de estar iniciando algo muy necesario.
Fue en la ciudad de TORRE-PACHECO, ubicada en la Región de Murcia, en el levante español, y se produjo con motivo del pistoletazo de salida para la redacción de una nueva planificación urbanística (PGMO) para su municipio (36.000 HBTS.). Yo iba ciertamente ilusionado, como siempre, pero el sello especial lo puso el equipo municipal por la manera con que me recibieron y por cómo afrontaron este inicio de los trabajos.
Allí estaba Antonio León, su alcalde, acompañado de una nutrida representación de su equipo de gobierno. Y allí también estuvieron Jesús, el secretario general, y los dos principales puntales del servicio de urbanismo: Elsa, la asesora jurídica, y Teresa, la arquitecta municipal. Se palpaba de todas, todas, la gran apuesta que Torre-Pacheco está haciendo al renovar íntegramente su principal norma reguladora, y también mostraron su alegría por poder afrontarlo con un equipo como el nuestro www.gr-arqiuitectos.com .
Yo creo que haya podido ser una feliz combinación entre la experiencia que atesoramos, el compromiso que rezuma nuestro plan de trabajo, y también el enorme corazón que hemos puesto en su elaboración.
Tras el acto de la firma del contrato felicité a los representantes municipales por iniciar con tanta ilusión un proceso que, si lo hacemos bien, contribuirá como pocos para dotarles de una prosperidad especial.
Esa prosperidad que opta por un modelo de ciudad socialmente integradora, ambientalmente sostenible y económicamente activa y emprendedora, que utiliza racionalmente los recursos territoriales, sin esquilmarlos, para fomentar su crecimiento económico y la mejora socioeconómica y cultural de su población; que protege su patrimonio cultural y natural como herencia recibida de sus antecesores, que debe ser legada a sus sucesores; y que mantiene las características propias que la diferencian de otras ciudades o territorios.
Así que, como imaginaréis, desde el primer día ya empecé a hablarles de los principios de La Ciudad Comprometida, y les recordé, aunque creo que esa lección la sabían sobradamente:
La necesidad de planificar las actuaciones en el territorio y las ciudades, como instrumento para garantizar su sostenibilidad ambiental, social y económica, así como para mejorar sus sinergias. Fomentando una participación activa de los ciudadanos y de todas las fuerzas vivas locales durante todas las etapas del proceso como forma de asegurar la idoneidad social de las decisiones adoptadas.
De modo que, así entendido, el Plan General Municipal de Ordenación (PGMO), sea modelado verdaderamente de manera colectiva: por la sociedad “pachequera”, sus dirigentes y los especialistas ambientales, territoriales y urbanos.
Para que, finalmente, todo ese trabajo ingente, esté al servicio de la sociedad y no al contrario, como lamentablemente ha ocurrido en demasiadas ocasiones y en tantos lugares. Ya que la bondad de la ardua tarea que tenemos por delante estará en su capacidad para mejorar la calidad de vida de las personas en todos los sentidos. Para que puedan vivir con dignidad y para que puedan desarrollarse como personas en Torre-Pacheco. Su lugar de nacimiento o de adopción.
Si ya de por sí la formulación de un plan como este se trata de una de las tareas técnicas y administrativas más complejas que puedan imaginarse, además en el caso concreto de Torre-Pacheco se dan todos los ingredientes que demandan buen hacer:
- una quincena de núcleos de población con diferentes grados de colmatación y de servicios;
- severos riesgos naturales que habrá que abordar con rigor;
- profusión de usos turísticos, residenciales e industriales en un contexto agrícola de enorme vitalidad;
- un riquísimo un mosaico de culturas;
- un patrimonio local que poner en valor;
- y una compleja herencia urbanística que habrá que analizar y desmenuzar.
En definitiva, un modelo territorial en el que afloran con viveza algunas de las más importantes contradicciones de la sociedad actual.
Por eso les dije a los allí presentes, con su alcalde a la cabeza, que verían como afrontaríamos este nuevo proyecto como si se tratase del trabajo más importante de nuestra vida. Y ahora, desde estas páginas de LCC, lo dejo dicho por escrito.
Muchísimas gracias Torre-Pacheco.
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imágenes cedidas por RADIO TORREPACHECO y por TUWEBTV