Al contrario de lo que ocurre en otros países, España y específicamente Andalucía aún poseen un razonable equilibrio en la distribución de su población por el territorio o, dicho de otra manera un poquito más técnica, en las características de su sistema de asentamientos urbanos, gracias a que existe una disposición de las ciudades por el territorio razonablemente jerarquizada y equilibrada:
- Atendiendo a su tamaño en la cúspide se encontrarían los centros subregionales. Generalmente son aglomeraciones urbanas formadas por un rosario de pueblos y ciudades ya conurbados entre sí, alcanzando conjuntamente poblaciones que oscilan entre los 200.000 y el millón de habitantes. En el caso particular de Andalucía, en casi todos los casos conforman áreas metropolitanas articuladas en torno a las capitales de provincia y algunas otras ciudades (como sería el caso de Algeciras o Jerez de la Frontera, por ejemplo) que concentran una enorme vitalidad económica y que también aglutinan la mayor oferta de servicios públicos y privados de sus provincias respectivas o de su área de influencia.
- En segundo lugar hablaríamos de las ciudades medias. Se encuentran a caballo entre los centros subregionales y los núcleos rurales. En la mayor parte de los casos han cumplido históricamente funciones de capitalidad comarcal y su rango de población suele oscilar entre los 20.000 y los 50.000 habitantes. Se trataría de medio centenar de ciudades medias andaluzas que cuentan con una larga tradición para la prestación de ciertos servicios y dotaciones de carácter supramunicipal para sus entornos.
- y ya, por último, en el tercer nivel del sistema urbano tenemos a centenares de pueblos y asentamientos rurales. Suelen estar distribuidos de manera bastante homogénea por todo el territorio con el que sus habitantes guardan una relación bastante estrecha ya que su base económica suele estar basada en los recursos y las actividades primarias. En muchísimos casos ni tan siquiera alcanzan los 1000 habitantes lo que explica que guarden una relación bastante estrecha con otros pueblos cercanos y una gran dependencia con respecto de las ciudades medias cabeceras de sus comarcas respectivas.
Imagino también que sabrás, porque es algo que se palpa fácilmente, que existe una tendencia aparentemente dificil de detener, y nuestro país no parece ser una excepción, hacia una progresiva concentración de recursos y también lógicamente de población en las grandes ciudades. Algo así como si de un especie de efecto llamada de las metrópolis se tratase, que está despoblando al sistema urbano histórico. Por eso se habla tanto del “éxodo rural”, de la “España vaciada”, o del "despoblamiento del territorio". Aunque en realidad se trataría de diferentes caras de un mismo prisma, el aspecto que hoy quisiera resaltar es el de la encrucijada en la que se encuentran inmersas las ciudades medias ya que en muchas ocasiones se está diluyendo su rol histórico como verdaderas centros comarcales (quizás con la excepción de aquellas que están ubicadas en el litoral) en detrimento de su capacidad para prestar servicios y dotaciones supramunicipales, resintiendo su actividad económica y por extensión también su nº de habitantes.
Sin embargo, también vivir en una “ciudad media” constituye una alternativa más que evidente ya que, al contrario de lo que ocurre en las grandes ciudades, en ellas es mucho más fácil acceder a una vivienda, tener un modo de vida más humanizado o mantener unas relaciones sociales mucho más francas. Por eso, comprenderás que la principal acción de gobierno de los alcaldes y concejales de dichas ciudades medias vaya orientada a conservar e incluso fortalecer su rol como cabecera comarcal, seguir actuando como polos de desarrollo económico y social, enfatizar las bondades de vivir en espacios más saludables o, lo que vendría a ser lo mismo: mejorar la calidad de vida de sus vecinos.
- Pero Juan Carlos, con esta explicación ¿A dónde nos quieres llevar?
Pues mira, te lo diré: ya sabes que uno de los principios de La Ciudad Comprometida habla de “la necesidad de planificar las actuaciones en el territorio y las ciudades, como instrumento para garantizar su sostenibilidad ambiental, social y económica, así como para mejorar sus sinergias” y para ello muchos municipios consideran que dotarse de un adecuado planeamiento urbanístico constituye la mejor estrategia para soñar su futuro y trabajar activamente para conseguirlo.
Como muestra de ello, voy a compartirte una iniciativa singular llevada a cabo en Huercal-Overa (Andalucía. España), la populosa capital de la Comarca del Levante de Almería, que ha decidido iniciar su nuevo plan impulsando un proceso reflexión técnica, política y social para determinar cuáles son verdaderamente sus necesidades urbanísticas para, a partir de ahí, orientar adecuadamente la redacción y diseño de los futuros Plan General de Ordenación Municipal P.G.O.M. y Plan de Ordenación Urbana P.O.U. (como exige la legislación urbanística andaluza) bajo el lema: ¿QUÉ HUERCAL-OVERA QUEREMOS?
Creo que te ilustrará bastante escuchar las declaraciones que hice junto con las de su alcalde Domingo Fernández y las de Mónica Navarro, su concejal de urbanismo en el video que te adjunto.
En fin, que hoy y mañana estaré en Huércal-Overa para seguir con el ambicioso calendario de actividades que tenemos por delante:
22 DE SEPTIEMBRE:
- 10:00/15:00: Reunión con técnicos municipales del servicio de urbanismo
- 19:00. Reunión en el Cine con colectivos: Cofradías, Comunidad de Regantes, Defensa Sanitaria, Asociaciones de vecinos barrios y sociales, Directores IES y CEIP, Hospital, OCA, pueblos colonizadores y pedanías.
- 20:30. Reunión en el Cine con empresarios (polígonos industriales y de diferentes sectores, Asempal, Cámara de Comercio, Asociación de Comerciantes...)
23 DE SEPTIEMBRE:
- 9:30. Reunión con sector inmobiliario (empresas de construcción, técnicos, asesores...)