Vista aérea Almegíjar
Hoy me toca acercaros a La Alpujarra, esa comarca maravillosa que se encuentra ubicada entre la sierra y el mar, entre la vega y el cielo. Al sur de Sierra Nevada, y a caballo entre las provincias de Granada y Almería, en Andalucía (España).
Pero en esta ocasión, me vais a permitir que me refiera concretamente a uno de sus municipios más desconocidos, Almegíjar. Ubicado en la margen derecha del río Guadalfeo, a 100 km. de Granada. Un lugar que, sin embargo, siendo bellísimo, vive ajeno a los ajetreos que trae el turismo en los pueblos más conocidos de esta comarca. Y es tan pequeño, además, que sus apenas 346 habitantes se distribuyen en dos pueblitos minúsculos: Almegíjar y Notáez.
Dice mi paisano Roberto Balboa, que Almegíjar es “tierra de lagartos”, al igual que me recuerda que en el Guadix de mi niñez vivió un médico que de ahí era: D. Francisco Ruiz Sáez, y también doña María Sáez, maestra en las Escuelas de Santa Ana, esposa de D. Antonio Martínez… mi profesor de Geografía… Eran todos gentes muy humanas, apreciadas y respetadas… sabias como los hombre y mujeres de La Alpujarra… Mirad, hace poco me contaba un amigo que al saludar a D. Antonio le confesó que en todos sus exámenes los alumnos copiaban, a lo que el sabio profesor le espetó que era muy consciente de ello, pero que lo admitía porque ”lo que un alumno aprende mientras copia, ya no lo olvida jamás…” ¡Jajajaj!
Pero me estoy diluyendo… así que volvamos al asunto que hoy nos trae: ¿Qué pueden hacer desde aquí, sus gentes, para hacer frente al, parecer, imparable decaimiento de las pequeñas poblaciones del interior a favor de las grandes ciudades próximas (Granada y Almería) y del litoral? En un proceso de abandono de la población y de las actividades que es mucho más virulento cuantos menos habitantes tiene el pueblo y cuanto mayor es su aislamiento territorial.
En un panorama desolador que se podría sintetizar en:
- Pérdida de la población y envejecimiento de la misma.
- Abandono de las labores agrícolas tradicionales, con la consiguiente pérdida de producción y suelos fértiles.
- Deterioro e incluso pérdida del patrimonio edificado.
- Dificultad para la prestación de los servicios públicos.
- Escasos o inexistentes servicios privados.
- Bajo nivel de renta de la población que permanece.
Pues yo os podría hablar de su alcalde, Paco Hidalgo, un hombre hecho a sí mismo, curtido por la lucha de cada día, y con las ideas muy claras. Que lleva intentando a través de una gestión minuciosa y valiente minorar el rigor del proceso de despoblamiento e situar a su municipio en una dinámica favorable que aproveche sus muchas ventajas territoriales: vivir en un entorno bello, puro, auténtico y lleno de sensaciones…
Porque, veamos, yo destacaría de Almegíjar:
- su localización estratégica a medio camino entre los dos grandes atractivos turísticos de Granada y la costa,
- su ubicación en el corazón del BIC del Sitio Histórico de La Alpujarra y La Tahá,
- y la belleza de su arquitectura popular, de su paisaje y de sus tradiciones.
Y os puedo decir que, a pesar de tratarse de un ayuntamiento apenas dotado de recursos, están luchando sin descanso para superar el absurdo entramado burocrático y legislativo que hace que la elaboración de su plan general de ordenación (PGOU) se convierta en una labor casi imposible… Y por eso estamos trabajando con Paco para ayudarles a rediseñar el futuro de su municipio a partir de los siguientes los objetivos inspiradores:
- a) Nuevas oportunidades de empleo basadas en un turismo sostenible y una producción agrícola tradicional y rentable.
- b) Fomento de iniciativas empresariales capaces de frenar la actual decadencia demográfica.
- c) Corregir el desequilibrio actual de equipamientos.
- d) Conservación de los valores naturales, culturales y paisajísticos existentes.
- e) Y propiciar una gestión sostenible de sus singularidades para incrementar la oferta turística del municipio.
Y por eso os invito a que visitéis este hermoso lugar, que recorráis la “Acequia de Almegíjar” que riega los bancales que circundan Almegíjar y Notáez. Que soñéis tiempos pasados en los enclaves históricos de “la Mezquita” o “los Baños de Panjuila”. Que recorráis sin prisa las “escarihuelas” que conectaban con otros pueblos cercanos. O las antiguas “Minas del Conjuro”…
Y si tenéis la fortuna de estar por allí a fines de agosto o primeros de septiembre, poder degustar algo tan sublime como la fritailla que Paco, el alcalde, prepara todos los años para sus amigos y allegados…
¡Muy buenas gentes estas gentes de Almegijar!