Jose Antonio y Curro son dos de mis queridos amigos del alma. En realidad, formamos junto con otra media docena más un grupo de hermanamigos cuyos vínculos se remontan casi cincuenta años atrás cuando nuestros destinos se entrelazaron en la Universidad Laboral de Cheste, Valencia) … Pero esa sería otra historia que ahora no viene al caso.
La cuestión es que de cuando en cuando la vida me acerca al pueblo de ambos (Bornos, Andalucía, España) y haciendo un alto en el camino les visito. Porque la nuestra es una amistad de secano, recia y agradecida, de esas que apenas necesitan riego pero que en menos que canta un gallo te colman de los mejores bálsamos para el ánimo.
Y no hará ahora ni siquiera un año desde aquella vez en que los visité, cuando Jose Antonio González Castilla, para mayores señas maestro de profesión y ferviente investigador del patrimonio local, me pidió consejo (desesperado) sobre cómo rescatar de su degradación galopante al Monasterio jerónimo Nª Sra. del Rosario de Bornos. Y así empezó todo…
Le pedí que me enviase algo de información e hicimos una visita breve por sus alrededores antes de partir, prometiéndole estudiar el caso para compartirle mis impresiones en unos días. Enseguida recibí un exhaustivo informe sobre sus inmensos valores culturales que también ponía de manifiesto un lamentable estado de conservación… y me puse manos a la obra investigando otros aspectos que a la postre serían esenciales para este caso: titularidad, situación urbanística, régimen de protección…
No pasó mucho tiempo cuando lo llamé y le expuse con franqueza mi demoledor dictamen, ya que desde mi punto de vista se trataba de un dramático caso de burda especulación urbanística que se había ido fraguando durante los últimos 25 años, con la complacencia inexplicable de todas las administraciones, que estaba a punto de liquidar de manera absurda a un monumento del siglo XVI con valores más que suficientes para ser declarado B.I.C (Bien de Interés Cultural), aparte de constituir un elemento indispensable e insustituible del patrimonio cultural local, con características muy relevantes para albergar usos dotacionales, culturales o turísticos. Por tanto, para contribuir en la recualificación urbana de Bornos y a su desarrollo social y económico. Pero, a pesar de todo ello, el monumento estaba a punto de entrar en una fase de difícil retorno.
Aunque ya le avancé algunas posibles soluciones para cambiar de signo dicho proceso, ambos convinimos en que había que dar cuenta con urgencia al ayuntamiento, así que en apenas unos días pudimos compartir una video llamada con el alcalde, Hugo Palomares, historiador de formación, y felizmente no fue necesario insistir ni mucho ni poco ya que su ayuntamiento compartía la misma preocupación. Prueba de ello es que ya tenían elaborado un exhaustivo dictamen jurídico sobre su engorrosa y compleja situación, pero también pude apreciar que, como suele ser frecuente en estos casos, estaban confusos respecto cómo proceder.
Muchos me dicen que soy muy directo… (¡Puede ser, jajajaja!) pero es que a mí me gusta proceder como reza el refrán: “el llanto sobre el difunto”. Así que propuse al alcalde que me compartiera dicho dictamen para que yo, en cuestión de días, les realizara (ad honorem) un detallado Informe sobre la situación urbanística y patrimonial del Monasterio en el que poder plantear propuestas específicas con las que actuar… Y así quedamos.
En poco tiempo ya le compartí mis reflexiones en las que, como suele ser mi costumbre, hui de circunloquios y de tecnicismos para exponer de manera franca y con pedagogía mi punto de vista. Y Hugo, ni corto ni perezoso, organizó rápidamente una reunión de trabajo a la que ya se sumaron los principales asesores municipales (los técnicos Miguel Ángel, y Álvaro y la asesora jurídica Esther) y Antonio Caballero, el concejal de urbanismo.
Les expuse un DIAGNÓSTICO PATRIMONIAL Y URBANÍSTICO que ahora sintetizo para tí:
- El Convento constituye un elemento patrimonial de primerísimo orden, con valores más que suficientes de cara a su incorporación al Catálogo General de Patrimonio Histórico de Andalucía.
- Además, constituye un elemento indispensable e insustituible del patrimonio cultural local, con características muy relevantes para la recualificación urbana de Bornos.
- Cualquier solución que se adopte debe garantizar su integridad como bien cultural.
- Todos los suelos pertenecientes al primitivo monasterio (en proceso de ser urbanizados) han sido diseñados de manera fragmentada y sin considerar las necesidades específicas de ordenación y protección del monumento.
- El monasterio está incluido en un Plan Especial ya aprobado que supone una perversión del espíritu de las leyes del Patrimonio Histórico (LPPHA) y de Ordenación Urbanística (LOUA) al prever la integración de las estructuras históricas en nuevos edificios para usos residenciales, turísticos y dotacionales y la apertura de viales interiores.
- Existe un Proyecto de Reparcelación que lo lotea para diversos propietarios que incluso se encuentra inscrito en el Registro de la Propiedad.
- Dicha situación unida a los derrumbes acaecidos durante los últimos años pone de manifiesto la necesidad de intervención municipal.
Y también mis decididas PROPUESTAS:
- Suspensión cautelar de todos desarrollos urbanísticos que afectan al monasterio y a su entorno (U.E. 4 Y 6 “Monasterio” y U.E. 5)
- Modificación del PGOU de Bornos en el sentido siguiente:
- Clasificación del Monasterio como Sistema General de Equipamientos de cara a su obtención pública gratuita.
- Rediseño de los suelos no consolidados colindantes de manera respetuosa con el Monasterio, reequilibrando los derechos urbanísticos de los propietarios afectados.
- Mejora de las condiciones de catalogación del Monasterio.
- Programación municipal del Plan Director del Monasterio a fin de estudiar, documentar y desarrollar estrategias de conservación, revitalización, uso público, patrocinio, desarrollo turístico y de difusión. En el mismo sentido, identificar aquellas acciones que se entiendan de emergencia o urgentes de cara a su adecuada conservación.
Ya han pasado ocho meses desde entonces y aquellas propuestas han calado hondo porque, como verás, los progresos en tan poco tiempo han sido notables. Más que notables diría yo, teniendo en cuenta de que se trata de un proceso técnico y jurídico muy complejo, ya que:
- El ayuntamiento ya ha iniciado el procedimiento para modificar su PGOU a fin de que el Monasterio Jerónimo constituya una de las principales dotaciones públicas de Bornos propiciando su conservación y revitalización, y ordenando con sensatez los desarrollos urbanísticos de su entorno.
- El expediente técnico ahora se encuentra en la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible a la espera de recibir los primeros informes para continuar con su tramitación.
- Además, la Consejería de Cultura ha realizado una visita técnica para propiciar la protección del monasterio con rango andaluz.
- Y, entre tanto, las propuestas las vamos afinando más y más en coordinación con los asesores municipales y bajo la mirada atenta de Hugo y de Antonio.
Y como muestra de ello te cuento que en la semana pasada celebramos una reunión informativa con los numerosos propietarios afectados por este proceso. Algo muy engorroso desde todos los puntos de vista y porque hay por medio empresas que han quebrado, fincas embargadas, compradores de buena fe, propietarios de negocios existentes, vecinos de Bornos… Así que allí que nos fajamos con franqueza, cercanía y pedagogía. Y al finalizar la reunión se me acercó un señor mayor, que no había abierto la boca en toda la reunión, y me espetó:
- “Tengo que darle las gracias porque lo he comprendido todo”
Así que yo me fui tan contento. Porque de eso se trata...