Se lo debemos a la cultura… perdón, mejor CULTURA con mayúsculas. Así que ahora toca volcarnos para dar impulso/oxígeno a cualquiera de sus manifestaciones. Ya sean pintura, música, fotografía, teatro, danza, arquitectura, literatura, artesanía… Por eso, estaría bien que cada pocos días compremos un disco o un libro, vayamos a un concierto, visitemos una galería de arte, crucemos el umbral de un museo o de cualquiera de los monumentos, conjuntos históricos o yacimientos del país.
Y no lo tendremos difícil, no. Porque en muchísimos lugares los diferentes actores del universo cultural se están prodigando con estupendas iniciativas, atractivas y novedosas, que más que unas invitaciones constituyen verdaderas tentaciones para los sentidos. Y eso está muy bien, desde luego. Pero también debe ser nuestra responsabilidad individual, ya que con nuestra participación activa no solo les insuflaremos algo de oxígeno reparador tras las enormes secuelas de estos tres meses de parálisis arrasadora, sino que les estaremos mandando un claro mensaje a las autoridades e instituciones de apoyo a la cultura.
No debemos olvidar que al igual que las crisis siempre se ceban con los más débiles, también suelen afectar especialmente a aquellas actividades no consideradas productivas en términos económicos, cuyas economías suelen ser también muy frágiles… Como es el caso de la mayoría de las personas, empresas e instituciones cuyas vidas giran en torno a la producción artística. Y por si ya fuera poco, con lo frustrante que es la vida actual en tantos y tantos aspectos, pues imaginemos la decepción que supondría por ejemplo la desaparición de la mitad de teatros, museos, librerías, galerías de arte o festivales.
Así que, como os decía, nos toca dar un paso y actuar individualmente.
Yo, por ejemplo, este fin de semana he visitado el Centro José Guerrero www.centroguerrero.es, un coqueto museo ubicado en el corazón de Granada cuya arquitectura refinada y sorprendente fue trazada por el recordado Antonio Jiménez Torrecillas hace ahora 20 años. Y que para celebrar este aniversario ha montado una bellísima exposición que abarca toda la trayectoria de este pintor granadino y universal, y que estará abierta al público hasta el próximo 6 de septiembre de 2020.
“… Cuando (José Guerrero) llega a Nueva York en 1950 reduce la gama de la paleta para centrarse solo en dos o tres colores en cada trabajo y explorar su interacción a través de la gradación tonal y las distintas formas de aplicar la pintura: arrastrada en seco, diluida, pura, mezclada, empastada, contrastada en grandes masas, franjas, gestos o acentos puntuales.
Probablemente la lección del Guernica, obra que contempló una y otra vez en el MoMA y que influyó tanto en la primera generación de expresionistas abstractos, su drástica reducción cromática, fue determinante.
El propio Guerrero escribió: «Me impresionaba la rica variedad de las gamas intermedias de color. Blancos puros, blancos más apagados y blancos más luminosos, grises que eran casi rosas, grises fríos, y negros uniendo espacios y rompiendo límites».
A partir de entonces, dio inicio a un modus operandi que ya nunca abandonó, y que le permitió profundizar en un conocimiento que hizo de él un maestro del color reconocido y reivindicado.” (Fuente: la propia exposición)
Por eso, en estos días y en las próximas semanas: No te cortes… Consume cultura. La Cultura nos necesita. Y nosotros también la necesitamos.