Aunque algunos insensatos lo sigan negando, se trata de algo que ratifican con nitidez los científicos de todas las universidades del mundo:
"La temperatura global del planeta sigue aumentando peligrosamente y para evitar consecuencias desastrosas son necesarios planes de reducción de las emisiones de CO2 mucho más ambiciosos."
A pesar de ello, los medios de comunicación vienen a coincidir que en la reciente Cumbre del Clima celebrada en Madrid, COP25, la comunidad internacional apenas ha conseguido consensuar un documento en el que se insta a los países a una mayor ambición climática. A pesar de los ciudadanos pedían "una respuesta más sólida, más urgente y más ambiciosa". Y es que según afirma la presidenta de este evento, Carolina Schmidt, una vez más han sido los grandes países y las grandes multinacionales los que no han querido propiciar una acción mucho más decidida (fundamentalmente EEUU, Brasil, Australia, Arabia Saudí, Canadá, Japón, China e India y las principales compañías de petróleo, gas y carbón).
Pero en este caso, la buena noticia ha llegado desde la Unión Europea, dormida para tantas cosas, que en este tema trascendental ha dado un paso de gigante hacia adelante para liderar a nivel mundial un cambio de actitud, tan urgente como valiente: Bruselas lanza un plan de un billón de euros para la transición ecológica para garantizar que Europa se convierta en el primer continente en lograr la neutralidad climática (emisiones cero) en 2050.
Y para ello se ha diseñado un "plan verde", denominado Sustainable Europe Investment Plan (SEIP), que va a propiciar una tremenda transformación económica, social, tecnológica e industrial, de ahí ese billón de euros que servirá “para estimular la inversión; diseñar un marco legal que facilite y atraiga el capital privado; y reservar partidas especiales para los socios de la UE menos ricos y para las regiones con alta dependencia de fuentes energéticas o industrias con gran nivel de emisiones”.
“Queremos que la Unión Europea se convierta en un modelo y que sea el líder mundial en esta materia… Estoy convencida de que se convertirá en la nueva estrategia europea de crecimiento”, señaló Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
https://elpais.com/economia/2020/01/10/actualidad/1578691535_348064.html
Ya sé que a los ciudadanos eso de ""Europa aún se nos antoja como algo muy lejano, aunque sea en realidad justo lo contrario ya que lo que se legisla en Bruselas más pronto que tarde se traduce en acciones concretas en cada país de la unión. Y si no, fijémonos en la composición de los ministerios que acaba de anunciar ayer mismo el presidente del gobierno de España: Habrá cuatro ministerios, algunos de nueva creación, relacionados de una u otra forma con esa transición ecológica auspiciada hace menos de quince días por la Comisión Europea:
Derechos Sociales y Agenda 2030 (con rango de Viceministerio)
Transición Ecológica y Reto Demográfico (con rango de Viceministerio)
Transporte, Movilidad y Agenda Urbana
Política Territorial
Pero es que, si vamos descendiendo a escalas inferiores de la administración, vemos cómo por ejemplo desde el gobierno de Andalucía se acaba de anunciar que “La Junta primará la eficiencia energética cuando acometa actuaciones de rehabilitación de edificios patrimoniales” (Alicia Martínez, Secretaria General de Vivienda):
“… en su apuesta por la sostenibilidad en la rehabilitación del patrimonio, la Unión Europea tiene por delante un “un reto grandísimo”, que se pone de manifiesto de manera clara en Andalucía, por la ingente cantidad de edificios de interés patrimonial que atesora esta comunidad.”
https://www.juntadeandalucia.es/organismos/fomentoinfraestructurasyordenaciondelterritorio/actualidad/noticias/detalle/227128.html
Una acción que está enmarcada en el proyecto europeo Violet, que trabaja en el diseño de medidas que impulsen un cambio en la estrategia de conservación y rehabilitación del patrimonio histórico en Europa incorporando criterios de eficiencia energética.
Y de la misma manera podríamos detenernos en las numerosas estrategias que los municipios se ven abocados a incorporar en sus políticas, ya sea para cumplir directivas europeas, ya sea para poder acceder a ayudas comunitarias… o en auquellas otras que, a la postre, tienen que asumir los ciudadanos en sus actuaciones individuales, como, por ejemplo, sería el caso de la certificación de eficiencia energética de edificios de nueva construcción… (Pero ese ya es un tema que requerirá de una reflexión mucho más detenida y que os brindaré en los próximos días)
En definitiva, una cascada de acciones esperanzadora que, si bien a los ciudadanos es más que posible que aún se nos antoje insuficiente, sin embargo debe hacernos sentir orgullosos de ser europeos por esta acción emprendida, y también por permitirnos sentir que Europa quizás no esté tan lejos, sino todo lo contrario... ¡Ya era hora!